lunes, 7 de agosto de 2017

Critica LA HORA DEL CAMBIO

La hora del cambio
Dirección: Ficarra y Picone. Actores: Ficarra, Picone, Vincenzo Amato, Eleonora De Luca, Leo Gullotta, Ersilia Lombardo, Género: Comedia. Origen: Italia. Duración: 92 minutos. Apta para todo público.

El cine italiano  nos trae una comedia satírica donde la ficción y la realidad podrían darse  la mano.
Un pueblo a orillas del mar en el Sur de Italia, está preparándose para la reelección del alcalde.
El actual, Patane,  corrupto y del cual el pueblo está cansado por la falta de operatividad en sus decisiones.  Su contrincante , Natoli, un profesor honesto que entre sus proyectos esta que la ley y las reglas se cumplan.
Cuando las elecciones llegan a su fin el pueblo voto al alcalde honesto.
Natoli comienza su gestión y cumple sus promesas.  Algo que a lo que el  pueblo no está acostumbrado.
Si bien el pueblo se ve ordenado, cumpliendo las reglamentaciones lo que permitiría vivir dentro del confort, las costumbres anteriores donde la corrupción era moneda corriente, parece ser más apto para ellos.
Es así como luego de pasar algunos meses en tranquilidad, comienzan a estudiar como hacer para volver al estado corrupto y con el alcalde anterior.
Una comedia simple pero que permite que el espectador pueda ver reflejado los tiempos políticos que se viven. A veces las sociedades no quieren modificar costumbres que les resultaron cómodas durante años,  aunque a sabiendas que no eran las correctas, y cuando reclaman poder vivir en armonía, con tranquilidad, donde cada uno cumpla su rol, los cambios son tan rotundos que no les resulta fácil adaptarse. ES así como siempre, ciertas sociedades, viven los mismos tiempos con diferentes estados políticos. Y creo que esta comedia trata de eso. Como es que no podemos entender que vivir en orden, cumpliendo las reglas, es la mejor manera de vivir.
Esta película llega a nuestro país en un momento   especial de elecciones, y quizás muchos puedan sentirse identificados con los protagonistas. Al menos, poder reírse de lo cotidiano, que es lo que vivimos a diario.
                                                                      Nilda Gallegos Nelson


                                        



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