Semana Francesa en Buenos Aires
Ciclo Gainsbourg
Conmemorando los 20 años de su fallecimiento
Se proyectarán los únicos 4 films de Gainsbourg como director cinematográfico.
El 15 y 22 de septiembre en el teatro IFT
Boulogne Sur Mer 547 - Reservas al tel 4962-9420. (Entrada $ 15.-)
Éste es el año del vigésimo aniversario de la muerte de Serge Gainsbourg, personalidad ineludible de la música francesa del siglo XX. En el marco de la semana francesa “Viví Francia 2011” que se desarrolla en Buenos Aires, los invitamos a descubrir las películas que dirigió este gran artista, en el rol de director cinematográfico.
El Ciclo Gainsbourg se realizará los días 15 y 22 de septiembre en el Teatro IFT, donde se proyectarán los únicos 4 films que dirigió. Será a gran oportunidad para deleitarse con las joyitas cinematográficas de Serge Gainsbourg.
El objetivo del ciclo es realizar un homenaje en conmemoración a los 20 años de su muerte, y poder transmitir las películas que realizó como director de cine francés. La organización del ciclo y la traducción de las películas al español es de Sandra Garzonio, gran admiradora y estudiosa de Gainsbourg.
A fuerza de genio, talento y provocación, durante 40 años –como Bowie en Inglaterra o Dylan en Estados Unidos-, Gainsbourg fue un catalizador de las diferentes épocas en que le tocó vivir, un adelantado para su tiempo. Además de escritor, músico, poeta, autor, intérprete, compositor y actor, también fue director de cine.
“La canción es mi lado profesional. El cine es mi lado artístico”.
Se proyectarán:
15 de septiembre: 18.00 hs: Équateur (1983)
20.15 hs: Stan the Flasher (1990)
20.15 hs: Stan the Flasher (1990)
22 de septiembre: 18.00 hs: Charlotte for ever (1986)
20.15 hs: Je t´aime moi non plus (1976)
Coordinación General: Sandra Garzonio
BIOGRAFIA SERGE GAINSBOURG:
Hijo de rusos oriundos de la misma región de Crimea que Chéjov, Serge
Gainsbourg nace en París en 1928 con el nombre de Lucien Guinsburg. Su
padre le brinda una educación cuyos ejes principales son el arte y la
creación, y lo inicia en el estudio riguroso del piano, a través de
grandes músicos como Stravinsky y Chopin. Pero al futuro Gainsbourg
también le gustan los cantores populares como Charles Trenet. Algunos
años más tarde su padre lo inicia en el jazz y le aconseja inscribirse
en los cursos de pintura de la Academia Montmartre. Allí sigue las
clases de Fernand Léger, el célebre inventor del “tubismo”.
Pero Lucien Guinsburg descubre a Boris Vian. Luego de este encuentro
fundamental que echa por tierra la separación entre artes mayores y
artes menores, tan inculcada por su padre, abandona la pintura y su
nombre, y graba Le Poinçonneur des Lilas con el pseudónimo de Serge
Gainsbourg. “Desembarqué en las aterradoras orillas de la variété, y
dejé la pintura a la deriva”, dice en 1973 al recordar esta época.
A fines de los años 50, llega al mítico Saint-Germain-des-Près y
conoce a Juliette Greco, la musa del existencialismo, para quién
compone La Javannaise. Defiende la idea de una variété de calidad,
hecha con préstamos a la música clásica y a la canción realista, y
critica el yéyé, la forma francesa del pop inglés que hace furor en
Francia: “El yéyé está hecho de canciones norteamericanas
subtituladas. La canción francesa no debe ir arrastrándose detrás de
Estados Unidos”. Sin embargo, los años 60 también están marcados por
la ambigüedad de sus creaciones -que oscilan entre el divertimento y
la vanguardia-, por el uso de recetas comerciales de éxito y la
búsqueda de novedades, por el cinismo y la sinceridad. Es la época en
que Gainsbourg se vuelve célebre y comienza a trabajar para la
industria fonográfica. Ofrece a France Gall, ídolo de los jóvenes, la
canción Poupée de cire, Poupée de son, y gana el concurso Eurovisión
en 1965. Años después, al recordar esta época, declara: “me di vuelta
la chaqueta y descubrí que estaba forrada de billetes”, parafraseando
la canción El oportunista de Jacques Dutronc. Se convierte así en un
autor de hits. En 1967 graba alrededor de cien títulos. Compone varias
melodías yéyé con letras que ridiculizan a los ídolos: N´écoute pas
les idoles y Les sucettes. Crea melodías con arreglos “a la inglesa”
y letras llenas de anglicismos. “Soy un poeta asesinado por la
sociedad de consumo”, declara en 1973.
En 1967, compone canciones para un programa de televisión dedicado a
Brigitte Bardot, que ya es un ícono en Francia. Esta colaboración
artística da lugar a una relación de amor escandaloso. Graban juntos
el famoso dúo Je t´aime moi non plus. Pero Bardot prohíbe su difusión.
Finalmente Je t´aime moi non plus es grabada con Jane Birkin. La
difusión de la canción provoca un escándalo internacional. Comienza
entonces un periodo de intensas creaciones que trascienden las
fronteras de la variété, tanto en la música como en los temas
tratados. Es el nacimiento mediático de la pareja más sulfurosa de los
años 70, Gainsbourg hace de ella una imagen publicitaria, jugando con
los veinte años que lo separan de Jane Birkin, casi como una cita a la
Lolita de Nabokov. L´histoire de Melody Nelson, de 1971, narra la
historia de amor fatal entre un hombre maduro y una jovencita, e
inaugura el principio del concept-album, como totalidad musical y
narrativa. A partir de este trabajo Gainsbourg despierta el interés de
la prensa del rock, que destaca su “ética de la personalidad”. Se
convierte en un dandy transgresor de los valores establecidos, que
privilegia más el arte que la vida. Esta postura de dandy y su
obsesión por la mise en scène pone en evidencia su primera formación
de pintor, y se refleja en su casa, un hotel particular en la calle
Verneuil, que decora inspirándose en el universo de Salvador Dalí,
cuyas obras admira. En 1976 esta característica suya se plasma en la
película Je t´aime moi non plus, su primera realización
cinematográfica.
A través de tres concept-album Gainsbourg radicaliza la expresión de
sus temas predilectos: Vu de l´extérieur (1973) un álbum un poco
misógino, que tiene Je suis venu te dire que je m´en vais inspirada en
Canción de otoño, de Verlaine.
Rock around the bunker (1975) trata sobre perversiones nazis.
L´homme à la tête de chou (el hombre con cabeza de repollo) narra un
crimen pasional. Los temas sombríos caracterizan este periodo y la
prensa especializada lo ubica en la línea norteamericana de Berlin de
Lou Reed.
Dos retratos adornan su Steinway, el de Chopin y el de Sed Vicious.
Esta combinación paradójica de high culture y de low cultura atrae al
punk francés, que se interesa en sus creaciones. El grupo Bijou que
graba Les papillons noirs.
Sigue una época de creación en estudio, dedicada a “mis películas y a
mis libros, a mi lado artístico”, según declara. Pero luego,
contagiado por el impulso que conoce el rock francés en los años 80,
vuelve a cantar en público, antes de convertirse en ícono nacional.
Los años 80 se inician con otro escándalo mediático, esta vez de
naturaleza política. Gainsbourg graba una versión reggae de La
marsellesa, Aux armes, etcétera, con los músicos de Bob Marley, Sly
Dunbar y Robbie Shakespeare, y sus coristas, Las I three. Esto provoca
una viva indignación en los medios conservadores. En Estrasburgo, en
pleno concierto, recibe amenazas de una brigada militar de
paracaidistas. Tiene que suspender el show, pero antes arenga al
público con el brazo extendido y la mano cerrada en un puño: “Soy un
insumiso que volvió a dar a La marsellesa su espíritu inicial, les
pido que la canten conmigo”, y se pone a cantar La Marsellesa a
capella, en un momento de intensa emoción.
En 1981 crea otro álbum reggae, Mauvaises nouvelles des étoiles, con
los mismos músicos. Gainsbourg inicia una etapa donde privilegia la
mezcla de culturas, los mestizajes. Esta nueva fascinación por África
y su rítmica lo llevan a reanudar con el blues y con el jazz, y
trabaja sobre sus antiguos referentes, Billie Holyday y Louis
Armstrong. De esta época es Gloomy Sunday.
En 1982 filma su segundo largometraje, Équateur, basado en una novela
de Simenon que habla del sadismo de la explotación colonial en África.
La fotografía es un calco de las películas de Hollywood de los 40.
En 1984 graba Love on the beat, un álbum electro-funk donde colabora
con William Klein, que le hace una tapa muy subversiva, con una imagen
suya travestida a la Andy Warhol. Aquí habla con crudeza del incesto,
de la homosexualidad y la droga. El tema Lemon Incest, grabado con su
hija Charlotte, provoca un nuevo escándalo. Nace en ese entonces su
otro personaje, su doble mediático, voluntariamente provocador y
perverso: Gansbarre, personaje-transferencia, héroe negativo que
transgrede los tabúes y refleja lo peor de la sociedad.
Fuera de la máscara mediática y audiovisual, Gainsbourg se muestra con
total sinceridad en el cine underground. Filma Charlotte forever
(1987), una declaración de amor a su hija, y Stan the Flasher (1990),
o los padecimientos de un esteta de morfología ingrata. Pero la
ambigüedad de los tema tratados deja perplejos a los críticos.
Al final de su vida, como Andy Warhol, mientras provoca a los medios
con su imagen, cultiva en la intimidad de su hogar de la calle
Verneuil un gusto muy pronunciado por la cultura clásica, combinando
sus talentos pluridisciplinarios, y haciendo obra con su propia vida.
El 3 de marzo de 1991 muere a los 62 años víctima de una crisis cardíaca.
Hijo de rusos oriundos de la misma región de Crimea que Chéjov, Serge
Gainsbourg nace en París en 1928 con el nombre de Lucien Guinsburg. Su
padre le brinda una educación cuyos ejes principales son el arte y la
creación, y lo inicia en el estudio riguroso del piano, a través de
grandes músicos como Stravinsky y Chopin. Pero al futuro Gainsbourg
también le gustan los cantores populares como Charles Trenet. Algunos
años más tarde su padre lo inicia en el jazz y le aconseja inscribirse
en los cursos de pintura de la Academia Montmartre. Allí sigue las
clases de Fernand Léger, el célebre inventor del “tubismo”.
Pero Lucien Guinsburg descubre a Boris Vian. Luego de este encuentro
fundamental que echa por tierra la separación entre artes mayores y
artes menores, tan inculcada por su padre, abandona la pintura y su
nombre, y graba Le Poinçonneur des Lilas con el pseudónimo de Serge
Gainsbourg. “Desembarqué en las aterradoras orillas de la variété, y
dejé la pintura a la deriva”, dice en 1973 al recordar esta época.
A fines de los años 50, llega al mítico Saint-Germain-des-Près y
conoce a Juliette Greco, la musa del existencialismo, para quién
compone La Javannaise. Defiende la idea de una variété de calidad,
hecha con préstamos a la música clásica y a la canción realista, y
critica el yéyé, la forma francesa del pop inglés que hace furor en
Francia: “El yéyé está hecho de canciones norteamericanas
subtituladas. La canción francesa no debe ir arrastrándose detrás de
Estados Unidos”. Sin embargo, los años 60 también están marcados por
la ambigüedad de sus creaciones -que oscilan entre el divertimento y
la vanguardia-, por el uso de recetas comerciales de éxito y la
búsqueda de novedades, por el cinismo y la sinceridad. Es la época en
que Gainsbourg se vuelve célebre y comienza a trabajar para la
industria fonográfica. Ofrece a France Gall, ídolo de los jóvenes, la
canción Poupée de cire, Poupée de son, y gana el concurso Eurovisión
en 1965. Años después, al recordar esta época, declara: “me di vuelta
la chaqueta y descubrí que estaba forrada de billetes”, parafraseando
la canción El oportunista de Jacques Dutronc. Se convierte así en un
autor de hits. En 1967 graba alrededor de cien títulos. Compone varias
melodías yéyé con letras que ridiculizan a los ídolos: N´écoute pas
les idoles y Les sucettes. Crea melodías con arreglos “a la inglesa”
y letras llenas de anglicismos. “Soy un poeta asesinado por la
sociedad de consumo”, declara en 1973.
En 1967, compone canciones para un programa de televisión dedicado a
Brigitte Bardot, que ya es un ícono en Francia. Esta colaboración
artística da lugar a una relación de amor escandaloso. Graban juntos
el famoso dúo Je t´aime moi non plus. Pero Bardot prohíbe su difusión.
Finalmente Je t´aime moi non plus es grabada con Jane Birkin. La
difusión de la canción provoca un escándalo internacional. Comienza
entonces un periodo de intensas creaciones que trascienden las
fronteras de la variété, tanto en la música como en los temas
tratados. Es el nacimiento mediático de la pareja más sulfurosa de los
años 70, Gainsbourg hace de ella una imagen publicitaria, jugando con
los veinte años que lo separan de Jane Birkin, casi como una cita a la
Lolita de Nabokov. L´histoire de Melody Nelson, de 1971, narra la
historia de amor fatal entre un hombre maduro y una jovencita, e
inaugura el principio del concept-album, como totalidad musical y
narrativa. A partir de este trabajo Gainsbourg despierta el interés de
la prensa del rock, que destaca su “ética de la personalidad”. Se
convierte en un dandy transgresor de los valores establecidos, que
privilegia más el arte que la vida. Esta postura de dandy y su
obsesión por la mise en scène pone en evidencia su primera formación
de pintor, y se refleja en su casa, un hotel particular en la calle
Verneuil, que decora inspirándose en el universo de Salvador Dalí,
cuyas obras admira. En 1976 esta característica suya se plasma en la
película Je t´aime moi non plus, su primera realización
cinematográfica.
A través de tres concept-album Gainsbourg radicaliza la expresión de
sus temas predilectos: Vu de l´extérieur (1973) un álbum un poco
misógino, que tiene Je suis venu te dire que je m´en vais inspirada en
Canción de otoño, de Verlaine.
Rock around the bunker (1975) trata sobre perversiones nazis.
L´homme à la tête de chou (el hombre con cabeza de repollo) narra un
crimen pasional. Los temas sombríos caracterizan este periodo y la
prensa especializada lo ubica en la línea norteamericana de Berlin de
Lou Reed.
Dos retratos adornan su Steinway, el de Chopin y el de Sed Vicious.
Esta combinación paradójica de high culture y de low cultura atrae al
punk francés, que se interesa en sus creaciones. El grupo Bijou que
graba Les papillons noirs.
Sigue una época de creación en estudio, dedicada a “mis películas y a
mis libros, a mi lado artístico”, según declara. Pero luego,
contagiado por el impulso que conoce el rock francés en los años 80,
vuelve a cantar en público, antes de convertirse en ícono nacional.
Los años 80 se inician con otro escándalo mediático, esta vez de
naturaleza política. Gainsbourg graba una versión reggae de La
marsellesa, Aux armes, etcétera, con los músicos de Bob Marley, Sly
Dunbar y Robbie Shakespeare, y sus coristas, Las I three. Esto provoca
una viva indignación en los medios conservadores. En Estrasburgo, en
pleno concierto, recibe amenazas de una brigada militar de
paracaidistas. Tiene que suspender el show, pero antes arenga al
público con el brazo extendido y la mano cerrada en un puño: “Soy un
insumiso que volvió a dar a La marsellesa su espíritu inicial, les
pido que la canten conmigo”, y se pone a cantar La Marsellesa a
capella, en un momento de intensa emoción.
En 1981 crea otro álbum reggae, Mauvaises nouvelles des étoiles, con
los mismos músicos. Gainsbourg inicia una etapa donde privilegia la
mezcla de culturas, los mestizajes. Esta nueva fascinación por África
y su rítmica lo llevan a reanudar con el blues y con el jazz, y
trabaja sobre sus antiguos referentes, Billie Holyday y Louis
Armstrong. De esta época es Gloomy Sunday.
En 1982 filma su segundo largometraje, Équateur, basado en una novela
de Simenon que habla del sadismo de la explotación colonial en África.
La fotografía es un calco de las películas de Hollywood de los 40.
En 1984 graba Love on the beat, un álbum electro-funk donde colabora
con William Klein, que le hace una tapa muy subversiva, con una imagen
suya travestida a la Andy Warhol. Aquí habla con crudeza del incesto,
de la homosexualidad y la droga. El tema Lemon Incest, grabado con su
hija Charlotte, provoca un nuevo escándalo. Nace en ese entonces su
otro personaje, su doble mediático, voluntariamente provocador y
perverso: Gansbarre, personaje-transferencia, héroe negativo que
transgrede los tabúes y refleja lo peor de la sociedad.
Fuera de la máscara mediática y audiovisual, Gainsbourg se muestra con
total sinceridad en el cine underground. Filma Charlotte forever
(1987), una declaración de amor a su hija, y Stan the Flasher (1990),
o los padecimientos de un esteta de morfología ingrata. Pero la
ambigüedad de los tema tratados deja perplejos a los críticos.
Al final de su vida, como Andy Warhol, mientras provoca a los medios
con su imagen, cultiva en la intimidad de su hogar de la calle
Verneuil un gusto muy pronunciado por la cultura clásica, combinando
sus talentos pluridisciplinarios, y haciendo obra con su propia vida.
El 3 de marzo de 1991 muere a los 62 años víctima de una crisis cardíaca.
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