ESTRENO COMERCIAL: 26 DE NOVIEMBRE (en simultáneo en salas Cinemark del país)
SINOPSIS
Alguien va a matar a alguien. Ojalá fuera una película. ¿Nos rendimos... o buscamos otro final feliz? Existe un arma capaz de poner fin a cualquier conflicto. Ya la han usado en Francia, España, Irlanda, México, Colombia, Ruanda... y funciona, siempre. Su poder constructivo es ilimitado. Y, además, es gratis. Pero hay que ser muy valiente para usarla. Los griegos le llaman "hyper-don": EL MAYOR REGALO.
Los entrevistados: Irene Villa (España): “Perdono a los terroristas que quisieron matarnos, a mi madre y a mí, cuando yo tenía 12 años. Aquella bomba nos amputó piernas y brazos... pero nuestro corazón quedó puro, sano, fuerte, sin las heridas terribles del odio. No dejaremos ninguna herencia de rencor a nuestros hijos.” TIM GUÉNARD (Francia): “Mi madre me abandonó en una carretera, a los 3 años. Poco después, mi padre me golpeó hasta dejarme en coma. El deseo de venganza me ayudó a sobrevivir. Fui Campeón Nacional de Boxeo… pero el perdón fue, sin duda, mi combate más duro”. SHANE O´DOHERTY (Irlanda): “Siendo adolescente, creí que la violencia del I.R.A. traería la paz y la libertad a Irlanda. Me ofrecí como voluntario para dinamitar Londres. Solamente en la cárcel comprendí mi estupidez y el daño terrible que causé a mis víctimas. Desde entonces, sólo puedo pedir perdón y trabajar incansablemente por la paz.”
Caso COLOMBIA: La prensa, el cine y las series de TV muestran a violentos, narcotraficantes, mafias de prostitución, corruptos... pero en Colombia hay más gente honesta, trabajadora, humilde y generosa, que no grita, ni empuña armas, ni disfraza la verdad con eufemismos ideológicos. Ellos pondrán final feliz a tantos años de odio.
Caso RUANDA: Los intelectuales y políticos generaron odio y división entre los ruandeses, durante décadas. Y acabaron desatando un genocidio salvaje, con 800.000 asesinatos, en 100 días. Sucedió en 1994. La violencia parecía no tener final... hasta que aplicaron un método ancestral, para lograr la reconciliación entre enemigos. Le llaman “Gacaca”.
NOTAS DEL DIRECTOR:
"El bueno mata al malo y el público aplaude". Una fórmula clásica, considerada como perfecto "final feliz".Pero... algo falla, ¿no?
Porque si la violencia se quedase encerrada dentro de la pantalla, en el territorio de la ficción... podría servir. Pero no es así.
La cruda realidad nos muestra que, por todas partes, se aplica la vieja ley de "ojo por ojo, diente por diente"... y así nos va: divisiones, rencores, odio, violencia, insultos, humillaciones... Conclusión: ese final no es feliz, ni es final, sino el comienzo de una serie interminable de capítulos tristes, protagonizados por personas reales, de carne y hueso.
Ante el panorama desolador de la cultura de la división y el enfrentamiento, podemos dejarnos contagiar y sumarnos a la guerra... o simplemente quejarnos... o hacer algo positivo para contrarrestar.
Mi opción está clara: ¡acción! Deseo fomentar la paz en la sociedad, dando a conocer la eficacia del perdón. Porque no conozco ningún otro remedio que tenga tanta capacidad de poner fin a cualquier guerra.
Pedir perdón y perdonar, funciona. En el 100% de los conflictos.
EL MAYOR REGALO lo pone de manifiesto, no con teorías, sino con historias reales de reconciliación, en los que la paz, finalmente, ha triunfado sobre la guerra. Y en todos los casos, parecía imposible.
Por eso, no me conformo con que EL MAYOR REGALO "guste". Aspiro a algo más importante: que sane heridas profundas en el corazón de los espectadores. Deseo que todos obtengan la fuerza para pedir perdón y perdonar.
FICHA TÉCNICA
Duración: 105 min. Género: comedia y Drama. Ficción y realidad. Como la vida misma. Localizaciones: España, Francia, Irlanda, Colombia, México, Ruanda. País productor: España Año producción: 2018 Dirección: Juan Manuel Cotelo Producción: Simona Puscas Guión: Juan Manuel Cotelo, Alexis Martínez Reparto: Juan Manuel Cotelo, Santi Rodríguez, Carlos Aguillo, Inés Sájara, Carlos Chamarro, Claudia Durán, Paco Estellés, Alejandro Navarro, Charo Gabella, Jorge García.
No hay comentarios:
Publicar un comentario