MALBA CINE PRESENTA:
H.A.T
Homero Alsina Thevenet:
La máquina de escribir
MALBA CINE presenta durante todo enero un ciclo dedicado al crítico de cine de América del sur más prestigioso y reconocido: Homero Alsina Thevenet.
El viernes 21 de enero a las 19h en MALBA se presenta Obras Incompletas, publicación que reúne el trabajo de Homero Alsina Thevenet (una “historia del cine en letra chica”) en presencia de sus compiladores: Álvaro Buela, Elvio E. Gandolfo y Fernando Martín Peña
Para presentar en Buenos Aires esta obra y para compartir una parte de los gustos de H.A.T MALBA CINE le dedica la programación del mes de enero, con la proyección de una selección de films de Ingmar Bergman, más otros cuarenta de realizadores de la talla de Michelangelo Antonioni, Richard Brooks, Frank Capra, Sergei Eisenstein, John Ford, John Huston, David Lean, Sam Peckinpah, Carol Reed, John Schlesinger, Alf Sjöberg, Josef von Sternberg, Erich von Stroheim y William Wyler
MALBA – Fundación Costantini
Av. Figueroa Alcorta 3415
Malba cine: Entrada General: $17.- Estudiantes y jubilados: $8.-
Sobre Homero Alsina Thevenet
Homero Alsina Thevenet (más conocido por su firma H.A.T; Uruguay, 1922-2005) fue el crítico cinematográfico más importante del América del Sur. Periodista y maestro de periodistas, fue el primero en escribir seriamente sobre Ingmar Bergman fuera de Suecia, desde 1952, antes de que el mundo lo descubriera oficialmente algunos años más tarde. En casi setenta años de labor profesional, Homero Alsina Thevenet trabajó en Montevideo, Buenos Aires y Barcelona y desarrolló un estilo que combinaba la prosa clara, el dato exacto y un humor muy personal, que influyó sobre varias generaciones de lectores y también sobre otros colegas, como Tomás Eloy Martínez. Pese a todo ello, una mayor parte de su obra se hallaba dispersa en libros y revistas de difícil consulta. Desde el año pasado,
gracias al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, ese inmenso material (que en sí mismo es una Historia del Cine en letra chica) fue reunido en tres
grandes tomos bajo el título Obras Incompletas. Para presentar en Buenos Aires esa obra y para compartir una parte de los gustos de H.A.T MALBA CINE le dedica todo el mes de enero, con la proyección de una selección de films de Ingmar Bergman, más otros cuarenta films de realizadores como Michelangelo Antonioni, Richard Brooks, Frank Capra, Sergei Eisenstein, John Ford, John Huston, David Lean, Sam Peckinpah, Carol Reed, John Schlesinger, Alf Sjöberg, Josef von Sternberg, Erich von Stroheim y William Wyler.
Los films seleccionados en palabras de Homero Alsina Thevenet
Persona (Suecia-1966) c/Liv Ullmann, Bibi Andersson, Gunnar Bjornstrand. 90’ .Proyección: jueves 13 de enero a las 20:30hs
La teoría de Susan Sontag de que Bergman no está narrando un argumento sino explorando una situación (como lo haría en su órbita un pintor) tiene su mejor confirmación en los muchos elementos formales que ha agregado al film. Hay un momento en el que Alma enrostra a Elizabeth el fracaso de su matrimonio y el rechazo de su hijo; ese discurso aparece dos veces consecutivas, la primera sobre el rostro alarmado de Elizabeth que escucha y la segunda sobre el rostro acusador de Alma que habla, como si el tema del doble se trasladara del contenido al continente del film. Al principio y al final Bergman deja constancia además de que Persona no debe entenderse como un fragmento de la realidad sino como obra compuesta y creada. Y más aún, Bergman confirma ese concepto cuando incluye en principio y final las imágenes de la máquina que proyecta, o cuando hacia la mitad del relato finge, tras la crisis de Alma, que la proyección se interrumpe por algún defecto técnico. Bergman parece empeñado en descolocar a su espectador, despojarlo de la seguridad con que su cine previo podía ser razonado y entendido. En esto hay un rasgo de estilo, una necesidad de hacer más compleja la forma justamente porque es más compleja la sustancia.
Vergüenza (Skammen, Suecia-1968) c/Doris Svedlund, Birger Malmsten, Eva Henning, Hasse Ekman. 103’ . Proyección:jueves 13 a las 20:30hs
En cierto sentido su tema es la guerra (toda guerra) que aniquila no sólo a soldados sino también a civiles, pero quien conozca la obra de Bergman sabrá que ese tema está moldeado por su testimonio personal, por su sensibilidad herida. Deliberadamente toma un cuadro afín al de sus últimos films: una isla, una pareja de artistas, una aparente felicidad cotidiana, un alejamiento del mundo, que se expresa esta vez por la constancia de que teléfonos y radios no funcionan. Sobre ese matrimonio concentra el efecto de una invasión a la isla, perpetrada por paracaidistas de una potencia no identificada, ante la resistencia de patriotas tampoco identificados. En esto hay ya un sentido, porque Bergman se niega a caracterizar a sus personajes como suecos (elige nombres muy neutrales o simplemente los omite) y a los invasores como representantes de alguna nítida tendencia ideológica o política. Le importa alegar contra la guerra en general. A esta altura del siglo no podía hacer otra cosa.
El toque (The Touch, EUA / Suecia-1971) c/Elliott Gould, Bibi Andersson, Max von Sydow, Sheila Reid. 112’ ./ Proyección: jueves 20 de enero a las 20:00hs
El film comienza con paredes desnudas y múltiples a las que la cámara termina por atravesar en un resquicio hasta penetrar en el drama, e igualmente se podría sostener que el film se introduce de pronto, como su arqueólogo protagonista, en un mundo cerrado al que sacudirá con una declaración de amor, descubriendo dormidos secretos. La mujer que centraliza el drama llega por primera vez al adulterio, se siente obligada a explicar sus propios defectos al amante y se esfuerza por conservar una corrección formal mientras vive su pasión. Del otro lado, su amante es el retrato de la inestabilidad, vagamente alemán, americano y judío en su origen, errante de un país a otro, y de un sentimiento al contrario. Más que dos personas, hay allí dos mundos, y eso da un sentido al conflicto final entre los amantes, tironeados diversamente por un mundo burgués confortable
(con sus mentiras y sus hipocresías) o por una evasión que supone el riesgo. Es obvio que a Bergman le importa menos la resolución de esta alternativa que su hábil planteo, del que las connotaciones surgen sin un discurso ni un agregado de datos externos.
Escenas de la vida conyugal (Scener ut ett aktenskap, Suecia-1973) c/Liv Ullmann, Erland Josephson, Bibi Andersson, Gunnel Lindblom. 155’ ./ Proyección: domingo 23 de enero a las 19:30hs
Importa recordar que todo el rodaje estuvo a cargo de un pequeño grupo que era ya una familia. Ese ambiente puede explicar la comodidad con que Bergman pudo volcar sus confesiones dolorosas sobre el amor y el matrimonio, como lo haría después en Infidelidades, pero su prólogo necesario fue que él vivió, provocó, sufrió e hizo sufrir esos problemas de la pareja humana. En un nivel no superado por ningún otro realizador del cine, vida y obra de Bergman han estado estrechamente unidas y han exhibido una dosis de autocrítica que nadie ha igualado. Escenas de la vida conyugal no es ni quiere ser gran cine. En lo formal, es a lo sumo una correcta televisión, un cine de cámara abundante en primeros planos, en gestos y en demasiadas palabras. Pero tiene una poderosa sustancia humana y es otro testimonio sobre uno de los mayores creadores cinematográficos de la época. Hay algo de milagroso en que haya podido continuar ese testimonio, treinta años después, en Saraband.
El gabinete del Dr. Caligari (Das Cabinett des Dr. Caligari, Alemania-1920) dir. Robert Wiene, c/Werner Krauss. Conrad Veidt, Lil Dagover, Friedrich Feher. 60’ aprox. / proyección: domingo 16 de enero a las 22:00hs.
Se exhibirá con música en vivo compuesta e interpretada por la National Film Chamber Orchestra que dirige Fernando Kabusacki.
El poeta uruguayo Fernando Pereda se inscribió sin desearlo, aunque con cierta justicia histórica, en el singular movimiento de la así llamada cultura cinematográfica, junto a la crítica, los cineclubes, las revistas, las cinematecas y el Cine Arte oficinal que promovió el Estado. Los memoriosos recuerdan los extremos celosos con que Pereda cuidaba su material y el trámite infinito que costó convencerle de que su copia de El gabinete del Dr. Caligari pudiera ser exhibida públicamente. Aducía que era una copia única, de duplicación imposible. Y tenía razón. Cuando en 1984 el Archivo Federal de Coblenza quiso reconstruir la versión original de Caligari, parte de su trabajo se apoyó en una copia obtenida, “tras laboriosas negociaciones”, de un coleccionista uruguayo cuyo nombre no fue mencionado en los cables pero que sólo podía ser Pereda. Un dato de esa copia singular es el “viraje” a color de casi todas sus escenas, dando por procedimientos químicos una idea de escenario exterior o interior, nocturno o diurno. Esa versión, conservada hoy en día por el SODRE, es la que se exhibirá en esta oportunidad.
Codicia (Greed, EUA-1923-25) dir. Erich von Stroheim, c/Gibson Gowland, ZaSu Pitts, Jean Hersholt, Chester Conklin, Dale Fuller. 120’ aprox. / Proyección: jueves 27 de enero a las 21:30hs
Se exhibirá con música en vivo compuesta e interpretada por la National Film Chamber Orchestra que dirige Fernando Kabusacki.
Este es uno de los films más ricos de toda la historia del cine: la descripción de los ambientes pobres en que comienza la acción, el antecedente alcohólico y brutal de una generación anterior (un motivo y no un azar), la pasión descubierta y ejercida por gentes humildes y mediocres, la ceremonia de casamiento, que es toda una sátira a la pompa y a la gula, el tema central de la desviación de sentimientos hacia la avaricia, y después la progresión del conflicto, la discusión, el crimen, la fuga, la persecución, y la muerte. Casi todo lo que el film posee ha sido comparado con algo posterior, y es inevitable preguntarse hasta donde Codicia ha sido una influencia sobre el neorrealismo italiano de 25 años después, o sobre el realismo americano, superficial y violento, de 1934-39, o sobre las sátiras de Lubitsch y René Clair, o sobre El tesoro de la Sierra Madre, que no sólo le es idéntica en filosofía, con su oro que vuelve a la tierra, sino que le es particularmente fiel en algunas de sus escenas. Uno de sus críticos opinó que Greed es “el más grande de los films modernos”, y aunque hay una obvia ironía en llamar moderno a un film de 1923, el dictamen insinúa hasta dónde la obra era un adelanto a su época y un prólogo a lo mejor que el cine obtuvo después.
El maquinista de la General (The General, EUA-1926) dir. Buster Keaton y Clyde Bruckman, c/Buster Keaton, Marion Mack, Glen Cavender, Jim Farley, Joseph Keaton. 80’ aprox. / Proyección: jueves 27 de enero a las 20:00hs
Se exhibirá con música en vivo compuesta e interpretada por la National Film Chamber Orchestra que dirige Fernando Kabusacki.
Gran parte del film funciona con los contrastes simples entre perseguidores y perseguidos, a la manera clásica, y es muy entretenido para grandes y chicos. Pero hay un sello Keaton además. Con una sobriedad que encanta encontrar en un cómico, Keaton construye sus escenas y no las acentúa para extraer un efecto: con toda seriedad vive muy gravemente su tarea, sin ser nunca su propio espectador y sin advertir los detalles y las torpezas que encontrará cuando se dé vuelta y contra las que comenzará en seguida un combate cada vez mas enredado. El público se ríe de ese largo empeño porque Keaton director encuentra "gags" siempre distintos y los acumula con una imaginación singular. El dato más importante de The General no es ese papel de individuo frente al mundo, que ha sido con variantes el de mucho actor cómico, desde Chaplin para abajo. Es en cambio el dinamismo de la acción, cumplida casi enteramente al aire libre, fotografiada y montada con muchas tomas breves y variadas. Es algo para ver y estimar; también es algo para ubicar en la zona más lograda, y en rigor más cinematográfica, de la era cómica muda.
Los muelles de Nueva York (The Docks of New York, EUA-1928) dir. Josef von Sternberg, c/George Bancroft, Olga Baclanova, Betty Compson, Mitchell Lewis, Clyde Cook. 80’ aprox. / Proyección: domingo 16 de enero a las 20:00hs
Se exhibirá con música en vivo compuesta e interpretada por la National Film Chamber Orchestra que dirige Fernando Kabusacki.
Es un melodrama de ambiente portuario, elogiado por el tratamiento plástico que sería ya una marca de estilo para el director. El extremo cuidado de escenografía, fotografía y vestuario, la composición elaborada con recursos de utilería, señalan la obra de un realizador que se expresa en el cine como no podría hacerlo en otra disciplina artística. En este período de su carrera aparecen por primera vez sus recursos de particular inventiva: los lentos esfumados para la transición de tiempo y de espacio, los barroquismos de vestuario, los claroscuros de niebla y de sombra en los exteriores del puerto, los escenarios pintados artificiosamente para obtener efectos fotográficos y muchos otros hallazgos de encuadre y movimiento.
El ángel azul (Der blaue Engel, Alemania-1930) dir. Josef von Sternberg, c/Emil Jannings, Marlene Dietrich, Kurt Gerron, Rosa Valetti, Hans Albers. 108’ . / Proyección: viernes 14 de enero a las 14:00hs
En su momento fue una múltiple revelación, porque señalaba audazmente la sobriedad con que diálogo, música y sonidos incidentales debían utilizarse en el nuevo cine sonoro, porque aprovechaba funcionalmente la gran escuela de elaboración escenográfica y fotográfica del cine mudo alemán y porque progresaba dramáticamente con singular firmeza, marcando en sucesivas etapas la degradación del profesor protagonista, llevado desde su rigor disciplinario inicial hasta la humillación de ser un payaso que canta en el escenario como un gallo, mientras le rompen huevos en la cabeza. Como pocos films lo habían hecho antes, El ángel azul expone no sólo la atracción de lo erótico sino sus extremos más morbosos de entrega y de derrota.
Amor prohibido (Forbidden, EUA-1932) dir. Frank Capra, c/Barbara Stanwyck, Adolphe Menjou, Ralph Bellamy, Dorothy Peterson, Thomas Jefferson, Myrna Fresholt. 85’ . / Proyección: viernes 14 de enero a las 16:00hs.
No es una obra de arte ni tampoco un tema audaz, sino la oportunidad de revisitar a dos figuras mayores y ya desaparecidas de toda pantalla, como el director Frank Capra y la actriz Barbara Stanwyck, más el repaso a una muestra de un género de la época, que cabe rotular como “Sacrificio de una madre”. Sobre madres solteras y sobre hijos perdidos se escribió mucho libreto entre 1930 y 1940. Como asunto, la película ofrece poco o nada. Pero en cambio es una buena muestra del director profesional que Capra comenzaba a ser, evitando discursos y escenas de llanto, agregando toques de humor y concentrando situaciones en escenas breves, con la fluidez y la amenidad que los dramas no suelen mostrar. Esta fue la tercera de las cinco películas que Barbara Stanwyck hizo para Capra, quien la había sacado del anonimato dos años antes. Su actuación es muy correcta, tanto de figura juvenil al principio como de mujer sacrificada y vencida, veinte años después, pero tiene una escena de indignada discusión con Menjou, donde ya se revela su fibra de actriz dramática. Toda su
labor aquí es un prólogo a la otra labor que poco después realizaría en Madre (Stella Dallas, King Vidor-1937).
Jezabel, la tempestuosa (Jezebel, EUA-1938) dir. William Wyler, c/Bette Davis , Henry Fonda, George Brent, Margaret Lindsay, Donald Crisp. 105’ ./ Proyección: Domingo 16 a las 13:00hs
Antes de que Lo que el viento se llevó emprendiera la epopeya cinematográfica del Sur americano, William Wyler había tocado ya el tema, en un film que hoy es recordado principalmente porque valió a Bette Davis su segundo y merecido premio de la Academia , pero que es además, como casi todo Wyler, un potente espectáculo dramático. La revisión del film, a tantos años de su producción, demuestra una vez más la sabiduría de Wyler para contar su tema con un estilo analítico y al mismo tiempo concentrado, en el que comienza por calcular la verosimilitud de conducta para todos los personajes involucrados en una situación, sin arreglos postizos, y procede luego a su expresión visual. Casi todo espectador tiene a su alcance la comprensión de esa infalible sabiduría de Wyler para calcular todo elemento de una escena y llevarla hasta su lógico desenlace; el hecho cierto y clásico es, sin embargo, que el virtuosismo del director nunca es ostentoso, porque todo lo que éste muestra es el correcto movimiento de personajes y de cámara, la precisión de enfoque, de gesto, de pausa, la culminación dramática como una consecuencia natural de los elementos en juego.
Iván el Terrible (Ivan Grozny I, URSS-1943) dir. Sergei M. Eisenstein, c/Nikolai Cherkassov, Ludmila Tselikovskaya, Serafina Birman. 96’ ./Proyección: domingo 16 a las 14:30hs.
Eisenstein ha logrado que la exposición de un magnífico teatro y de una magnífica plástica no quiten al film el dinamismo y el ritmo cinematográficos. Los primeros planos, y su rápida sucesión, colaboran a ese objeto; la batalla de Kazán, vertida por un lado con elementos pictóricos de gran belleza (manejo de volúmenes, de alturas, de proporciones), abunda por otro en desplazamiento de masas y en el empuje final de la carga que lleva al triunfo; el mismo discurso de la Zarina , que con su hijo en brazos exhorta a la corte a mantenerse fiel a la causa de Iván y de Rusia, está dicho con el curioso y bello efecto sonoro de entrecruzar sus palabras con el llanto del niño y con la música de fondo. En todo momento Eisenstein está aprovechando al máximo la reunión de música, luces, cámaras e intérpretes, para la consecución de objetivos específicamente cinematográficos.
Aventuras en Birmania (Objective, Burma!, EUA-1944) dir. Raoul Walsh, c/Errol Flynn, James Bown, William Prince, George Tobias, Henry Hull. 142. Doblada al castellano. / Proyección: jueves 13 de enero a las 14:00hs.
El continuo movimiento de los paracaidistas, la continua tensión y peligro en que se encuentran, no deja respiro al espectador: el film informa de cada paso con un detallismo, una riqueza de elementos tan pronunciada, que el espectador toma la misma ubicación del soldado, su misma situación psicológica, su misma conciencia del peligro. Esta solidaridad entre público y protagonistas es la máxima virtud de una película de aventuras. La riqueza de hechos, la limpieza y claridad con que son reconstruidos y formulados, motivan que el film sea uno de los mejores exponentes del género. Cámara y micrófonos están siempre alertas para recoger los múltiples sonidos y aspectos de la selva; por otra parte, la música tiene un vigor expresivo pocas veces encontrado. Ni siquiera el doblaje configura una seria objeción contra el film, dado que el diálogo ocupa siempre una función escasa y secundaria.
Cuéntame tu vida (Spellbound, EUA-1945) dir. Alfred Hitchcock, c/Gregory Peck, Ingrid Bergman, Leo G. Carroll, Michel Chekhov, John Emery. 111’ . / Proyección: jueves 20 de enero a las 18:00hs
Si el resultado final de Cuéntame tu vida es, así, un resumen intenso y ordenado de las emociones que el espectador buscaba, no se sospeche por ello que Hitchcock se dedica únicamente al melodrama, ni se contagia pérfidamente del folletín. Desde hace muchos años él mismo sostiene la necesidad de ser risueños, y aquí pone en amena práctica su teoría, un poco mediante el talento de Ben
Hecht, que escribe todo un diálogo sobre el amor, la mujer y el psicoanálisis, y otro poco mediante su sana costumbre de disolver el “suspenso” en una carcajada o una sonrisa. Con todo eso, y con la labor de Ingrid Bergman, hay motivos bastantes para no dejar de ver Cuéntame tu vida.
Al morir la noche (Dead of Night, Gran Bretaña-1945) dir. Alberto Cavalcanti, Robert Hamer, Basil Dearden, Charles Crichton, c/Mervyn Johns, Roland Culver, Googie Withers, Sally Ann Howes, Anthony Baird. 102’ ./ Proyección: Sábado 15 de enero a las 16:00hs
Nunca el cine había planteado el mundo de los sueños, su encanto y su secreto, con tanta detención y amplitud como aquí lo hace. La verdad y convicción del film logrado debe agradecerse esta vez al cine inglés, a su productor J. Arthur Rank, a un cuadro de directores, libretistas, técnicos e intérpretes tan notables, que sólo por el milagro de su maestría de actor puede destacarse entre ellos Michael Redgrave, a quien su papel de ventrílocuo brinda la ocasión de realizar la mejor labor de su carrera. El film necesita espectadores serios e inteligentes; después de oídos los comentarios que el escaso público pronunció en el hall del cine de estreno (una película “rara, ridícula, graciosa”) hay algún motivo para creer que su fracaso comercial será, de producirse, una de las mayores injusticias que Montevideo pueda inferir al arte cinematográfico.
Lustrabotas (Sciuscià, Italia-1946) dir. Vittorio De Sica, c/Rinaldo Smerdoni, Franco Interlenghi, Annielo Mele, Bruno Ortensi. 93’ ./ Proyección: domingo 23 de enero a las 14:00hs
Como Roma, ciudad abierta, el film parece hecho a empujones de dirección, sin un plan previsto fotográfico ni de pulimento en el libreto. Pero al igual que su antecedente, la película es mucho más valiosa por la sensación de verdad, social y psicológica, que va dejando a cada paso, teniendo algo que decir y diciéndolo con una llaneza inestimable. Es de destacar que en su producción no parezca insinuarse un solo y continuo tono de drama; lo pintoresco y lo humorístico surgen continuamente del diálogo y del asunto. Esta variedad de tono es, después del realismo, la segunda característica notable del film, que mecha su trágica historia con la poesía que un caballo (y la deliciosa musiquita que lo acompaña) puede proporcionar con su trote, ilustrando a veces el ansia de superar una vida miserable, a veces la riqueza material, a veces la fuga. El film entero descansa en la variedad, y el drama, la comedia, la aventura, la anotación psicológica, la poesía, parecen mucho más reales porque están inscritos en un cuadro de complejidad social, y en un espectáculo de sorprendente amenidad.
Monsieur Verdoux (EUA-1947) dir. Charles Chaplin, c/Charles Chaplin, Martha Raye, Isobel Elsom, Marilyn Nash, Irving Bacon. 123’ . / Proyección: Jueves 20 de enero 15:45hs
Para el valor relativo del juicio semanal, en que la película de Chaplin debe competir con cualquier inferior película americana, Monsieur Verdoux, para quien este género de comparación sólo puede ser humillante, ofrece el interés siempre vivo de la personalidad de su autor, en el peor de los casos, proponiendo temas de saludable polémica desde que se ilumina la pantalla. En este sentido,
preferimos con calor esta gruesa pifia de Charles Chaplin que de las relucientes latas de conserva que engendra Hollywood a centenares por año. Para el juicio definitivo (mala palabra a la que los años suelen desoír) que quiere hoy ubicar a Monsieur Verdoux en la historia del cine, la película de Chaplin es un fiasco muy grande agravado por ser, en su tambaleante y contradictoria estructura, la obra en la que un genio trabajó con entera libertad durante cinco años.
Carta de una enamorada (Letter from an Unknown Woman, EUA-1948) dir. Max Ophüls, c/Joan Fontaine, Louis Jourdan, Mady Christians, Marcel Journet, Art Smith. 90’ ./ Proyeccion: domingo 16 de enero a las 16:30hs
El primer brillo de esta narración está en su arquitectura, en el plan hábil y equilibrado con que los tres episodios se enlazan. Nada sobra en el relato, que no acumula elementos de melodrama sino que se limita a historiar sobriamente la relación central. Es dato importante que el galán no recuerde quién es la mujer a la que ha seducido; no atina a darse cuenta en el segundo episodio; prescinde de averiguarlo en el tercero. De su ligereza nace el drama, y es particularmente elocuente el diálogo de la pareja, durante el tercer encuentro, cuando él despliega mecánicamente, una vez más, todos los lazos de la conquista, y ella comprueba, con más profundidad, que es tratada por él como una aventura superficial, aunque a ese hombre había entregado su vida. En el epílogo del film, cuando Jourdan rememora y conecta las diversas instancias de tres amores que fueron uno solo, esas imágenes resurgen ante el espectador, ahora con un halo de cosa entrevista o recordada: no son ya la realidad sino la operación mental o emotiva que ella provoca. Estas conexiones y comparaciones a través del tiempo están en la esencia de lo romántico: el amor perdido pero recordado, la vuelta nostálgica de la memoria a lo que ya es irrecuperable. Había un poeta en Ophüls.
El tesoro de la Sierra Madre (The Treasure of the Sierra Madre, EUA-1948) dir. John Huston, c/Humphrey Bogart, Walter Huston, Tim Holt, Bruce Bennett. 126’/ Proyección: jueves 13 a las 18:00hs
La definición del lugar geográfico, en la que colaboran los tipos tanto o más que el paisaje, le confiere al escenario un realismo intransferible que en el propio cine mexicano sólo consigue, con algún inútil preciosismo, el binomio Fernández-Figueroa. Pero es el poderoso ritmo cinematográfico con que el director conduce su relato el que invade las distintas secuencias y las revalida en una consideración aislada. Agréguense todavía los valores de interpretación —buena en todos los sectores y descollante en Walter Huston y Humphrey Bogart— y aún los musicales, porque si bien Max Steiner insiste en desconocer la elocuencia del silencio como recurso cinematográfico, esta vez su partitura alcanza momentos de fuerza e inspiración no registrados antes, en su atareada carrera de compositor. Zurciendo todos estos retazos de talento, John Huston ha realizado una película discontinua, dispersa, sin unidad dramática ni rigor de exposición, pero de una envolvente factura cinematográfica y una excitante originalidad. Si es preciso que Hollywood mienta, que siempre lo haga así.
Apasionada (The Passionate Friends, Gran Bretaña-1949) dir. David Lean, c/Ann Todd, Claude Rains, Trevor Howard, Betty Ann Davies, Isabel Dean. 86’ ./ Proyección: Sábado 15 de enero a las 14:20hs
David Lean se sigue caracterizando por esa notable dualidad de ser a la vez inteligente y sentimental, y de no dejar nunca lo uno por lo otro. Debe ser su especialidad la de retratar el amor clandestino contra el ruido y la multitud, y una fiesta de carnaval, o una estación de ferrocarril, sirven para subrayar por omisión la vida interna de sus amantes, que sólo aluden a sí mismos con la mirada o el apretón de manos. Hay muchos dramas sentimentales como éste, y a casi todos puede imputarse la falta de unidad, o la reiteración de conocidos precedentes, o el hábito de hacer un tema más complejo y extenso de lo que la mesura aconseja. Pocos, sin embargo, parecen tan honestos y emotivos como éste.
El tercer hombre (The Third Man, Gran Bretaña-1949) dir. Carol Reed, c/Joseph Cotton, Alida Valli, Orson Welles, Trevor Howard, Bernard Lee. 104’/ Proyección: jueves 6 de enero a las 14:00hs
Se puede descreer de la intriga policial que pretexta este sutil documento de época; también, parcialmente, de la alevosía, muy característica en él, con que Carol Reed arma cada pieza de su espectáculo, ganando en riqueza de lenguaje cinematográfico y de observación incidental, lo que pierde en unidad de exposición. No se puede negar, en cambio, esta misma riqueza, que va desde la virtual apropiación de una ciudad entera para ponerla a los pies de una cámara y extraer toda su sugestión plástica, hasta la sátira, incluso política, con que se apunta la mentalidad propia y la ajena; tampoco se puede descreer (y éste parece ser el mayor mérito del film, más sólido que sus artificios de fotografía y montaje) del poder de evocación dramática de un mundo en descomposición, conseguido aquí por feliz acuerdo de las mejores reservas del cine inglés en dirección, libreto, música, fotografía e interpretación.
Crónica de un amor (Cronaca di un amore, Italia-1950) dir. Michelangelo Antonioni, c/Lucia Bose, Massimo Girotti, Ferdinando Sarmi, Mirka Rowsky, Gino Rossi. 96’ ./ Proyección: sábado 29 de enero a las 14:00 hs
El tema es un adulterio, cometido por la mujer de un rico industrial (Lucía Bosé) al reencontrar al hombre pobre que fue su amante pocos años atrás (Massimo Girotti). El diálogo rara vez es explícito y suele bordear las ideas, emociones e intenciones de sus personajes; éstos aparecen frecuentemente aislados o contrapuestos a su ambiente, sea en calles desiertas y húmedas de un Milán otoñal o en los ricos escenarios de la alta burguesía italiana. Mientras el adulterio prosigue en las tensiones de sus personajes, hasta un intento de crimen y una irónica sorpresa final, el film progresa en ilustrar oblicuamente la infelicidad y la insatisfacción de sus dos figuras, un apunte psicológico que se extiende, sensiblemente, a documentar toda una compleja vida moderna, un choque de individuo y sociedad. En su momento, Cronaca di un amore fue un film incomprendido por el público y por buena parte de la crítica. Visto hoy, tiene un claro sello de estilo, la identidad de ser la obra de un director muy seguro de lo que quería, aunque sólo en films posteriores llegó a expresarlo cabalmente.
Nacida ayer (Born Yesterday, EUA-1950) dir. George Cukor, c/Judy Holliday, William Holden, Broderick Crawford, Howard St. John. 103’ . / Proyección: viernes 21 de enero a las 17:00hs
Es evidente que la película sólo quiso alcanzar a públicos no neoyorquinos la versión casi fiel de un éxito teatral. Judy Holliday tiene así la oportunidad de difundir una auténtica creación. Se anima a parecer boba y distraída, toma a su personaje en el increíble nivel mental en que lo planeó su autor, pero juega continuamente un primer papel: las miradas devotas con que atiende lo que no llegará a entender, la voz aguda con que dictamina sus resoluciones (nunca aconsejadas por la prudencia), el rostro luminoso con que señala haber comprendido algo que parecía complicado, el andar decidido y el ademán rápido con que se afirma en los terrenos que sabe suyos (un mazo de cartas, un frecuentado diccionario) justificarían, incluso en pequeña escala, la mención a un talento para la farsa; en gran escala, y ocupando sin resquicios toda una comedia, la actuación de Judy Holliday merece su traslado al cine y merece el premio que le concediera la Academia. Palidecen a su lado dos comediantes como Broderick Crawford y William Holden, de secundaria y absorbida virtud.
La hora de la venganza (Deadline USA, EUA-1950) dir. Richard Brooks, c/ Humphrey Bogart, Ethel Barrymore, Kim Hunter, Ed Begley, Warren Stevens, Paul Stewart, Martin Gabel. 87’ ./ Proyección: jueves 13 de enero a las 16:30hs
Más que por la materia que trata, alternada entre lo policíaco y lo sentimental, y empeñosa en arreglar el éxito periodístico y matrimonial de Humphrey Bogart, el film interesa por el estilo dinámico y concreto de su narración. A su manera, también el film hace periodismo: ubica rápidamente su asunto en la atención del espectador, lo desarrolla con una visión múltiple de sus diversos hilos, ahorra tiempo y explicaciones con un diálogo cortante, a veces ingenioso, e interrumpe prácticamente toda escena con una llamada telefónica que aporta un nuevo factor a la trama y un ritmo rápido al relato. El asunto está tomado por el libretista y director Richard Brooks de su propia novela The Night the World Folded, vinculada al hecho auténtico de que el diario The World desapareció en 1931 para refundirse con otros; hoy se llama The World-Telegram and Sun, nombre demasiado largo.
Adiós a la vida (No Sad Songs for Me, EUA-1950) dir. Rudolph Maté, c/Margaret Sullavan, Wendell Corey, Viveca Lindfors, Natalie Wood, John McIntire. 89’ ./ Proyección: viernes 21 de enero a las 15:30hs
Una valoración de Margaret Sullavan es un acto de memoria y está teñido por el sentimiento. Falleció en 1960, no actuaba en cine desde 1950, pero en ese papel de Adiós a la vida es recordada hoy por muchos, y la razón es una sinceridad interpretativa peculiar, una calidez de sentimiento, un pudor de expresión, que confería la elocuencia dramática a su mirada y particularmente a su voz. Margaret Sullavan fue una figura dramática memorable, y aunque toda mención actual de su voz suscita la indiferencia burlona de quienes no supieron sentirla, deben ser centenares los auditivos locales que no podrán olvidarla, y que por esa voz sabrían identificar a esa mujer entre miles. De tales asociaciones se forma la memoria, pero también el talento.
Diario de un cura rural (Le Journal d’un curé de campagne, Francia-1951) dir. Robert Bresson, c/Claude Laydu, Nicole Maurey, Nicole Ladmiral, Marie-Monique Arkell. 110’/ Proyección: viernes 28 de enero a las 18:00
Puede descontarse que la mayoría de los teóricos, preocupados por delimitar lo que es cine y lo que no es cine, impugnen su abundancia literaria, cancelen de una plumada la concepción, el esfuerzo y la disciplina de Robert Bresson. El espectador avisado hará bien en no excluir la obra por esa sola recomendación. En parte, una abundante experiencia indica que el cine necesita de la experimentación, y sólo puede realizarla en condiciones óptimas de libertad y de tolerancia: toda ortodoxia prefijada, toda generalización sobre el cine como imagen pura, causa confusión y retraso antes que claridad. En parte, además, el experimento queda aquí a cargo de un realizador talentoso y singular, y aunque los elementos que usa (el verbalismo, la monotonía, la religión) han sido manoseados por la inepcia o la negligencia de otros previos directores, en el caso están concentrados, temática y estilísticamente, en un nuevo camino para el cine: la pintura íntima de un personaje, el aserto de un mensaje espiritual. No es probable que surjan muchos imitadores de Bresson, ni que tengan tampoco el talento que él demuestra, pero aunque sólo él siguiera ese camino, esta obra de hoy es imprescindible para el exigente espectador cinematográfico
A la hora señalada (High Noon, EUA-1952) dir. Fred Zinnemann, c/Gary Cooper, Grace Kelly, Thomas Mitchell, Lloyd Bridges, Katy Jurado, Otto Kruger. 85’ ./ Proyección: viernes 21 de enero a las 14:00hs
Su historia exterior es la de un western, donde el sheriff Gary Cooper debe enfrentar al maleante que se aproxima al pueblo (Ian MacDonald), pero esa lucha final es la culminación de un cuadro dramático local, que es realmente la sustancia del asunto. Una descripción de caracteres y disculpas, narrada con gran economía de diálogos, es no sólo el centro del film sino también, acumulativamente, un factor de suspenso que anuncia como más peligrosa la lucha final. Al fondo del film, y como contraste a la completa objetividad de la narración, es un efecto poético el que importa, la insinuada parábola del Hombre frente a la Muerte o al Destino, privado de la ayuda de sus semejantes, aun cuando éstos puedan representar al amor, a la amistad, a la prudencia o al valor. Se trata de un film singular y hermoso, que pocos críticos supieron apreciar en su momento.
La bahía del trueno (Thunder Bay, EUA-1953) dir. Anthony Mann, c/James Stewart, Joanne Dru, Gilbert Roland, Dan Duryea, Jay C. Flippen. 103’ ./ Proyección: sábado 22 a las 14:00hs
Parece bastante auténtico el conflicto entre los pescadores del Golfo de México y los petroleros que buscan yacimientos submarinos, no sólo porque éstos comienzan sus exploraciones con cargas de dinamita a profundidad, matando seguramente grandes cantidades de camarones, sino porque los petroleros son unos seres inciviles e inescrupulosos, que tienen dinero en la mano y arrasan con las riquezas naturales de la región, incluyendo las mujeres locales. Hasta su
primera mitad, el film expone violentamente el conflicto, y algunas peleas colectivas lo expresan en términos de acción, que son los cinematográficamente adecuados. Después se dedica a limar asperezas e inventa felicidad para ambas partes. Siempre que el director Anthony Mann ha tenido ocasión de trabajar en exteriores ha logrado calidad para sus obras. También en este último film consigue escenas de intensidad: es en la acción donde el film tiene sus méritos. James Stewart y Dan Duryea son los petroleros del caso, y aparecen como mucho más competentes que sus damas jóvenes Joanne Dru y Marcia Henderson, dos principiantes.
El pequeño fugitivo (Little Fugitive, EUA-1953) dir. Ray Ashley, Morris Engel y Ruth Orkin, c/Richie Andrusco, Rickie Brewster, Winifred Cushing, Will Lee. 75’ ./ Proyección: viernes 28 de enero a las 16:00hs
La anécdota lleva al pequeño Richie Andrusco, un niño de siete años, a escaparse de su casa suburbana, por motivos que deben parecerle fundamentales, y a pasear por el parque de diversiones de Coney Island durante las 24 horas siguientes, gastando las pocas monedas que tiene, y consiguiendo otras con la recolección de botellas en la playa. El film atiende doblemente a la conducta del menor y al ambiente en el que vagabundea, y su mérito no es sólo el paisajista sino el de describir esa relación de persona y circunstancia: todo Coney Island cabe allí, estudiado casi siempre en el detalle de sus gentes, y expuesto alguna vez en una toma amplia y poética de la playa desierta en las primeras horas de la mañana. Pero es la conducta del niño la que da al film un relieve superior a lo meramente descriptivo, y al seguir fielmente sus pasos, la obra introduce al espectador en la alucinación, la ansiedad y el ocasional olvido con que el protagonista vive esas horas. El film no tiene defectos, y se constituye en una de las obras más logradas y redondas que jamás hayan salido de Estados Unidos.
Apache (EUA-1954) dir. Robert Aldrich, c/Burt Lancaster, Jean Peters, John McIntire, Charles Bronson. 91’ ./ Proyección: Jueves 20 de enero a las 14:00hs
No hay nada muy magistral en Apache, pero todo está narrado con fluidez, con ocasional suspenso, con sentido del cine: los saltos del ex-acróbata Burt Lancaster, por ejemplo, están hábilmente explotados para varios momentos de la prolongada fuga. En otro sentido el film se aparta también de la rutina que cabía esperar. Esta no es una historia más de indios salvajes que acosan a la civilización blanca, sino inversamente la historia de un indio, quizás el último de su raza, que se niega a aceptar el dominio blanco y escapa a territorios menos poblados. Todo está hecho desde una perspectiva más honesta de una lucha racial en la que Hollywood solía tomar el otro partido, y supone, aun en germen, un tratamiento más cercano a lo psicológico y a lo social que el previsible en films de aventuras. Aquí el mérito debe ser del propio Burt Lancaster, como iniciativa de producción, y tiene un ejemplo adecuado en las escenas iniciales, donde el protagonista observa, con un mantenido asombro, las costumbres blancas de un pueblo que le debió impresionarle como demasiado civilizado en 1886.
Los amantes del río Tajo (Les amants du Tage, Francia-1954) dir. Henri Verneuil, c/ Francoise Arnoul, Daniel Gélin, Marcel Dalio, Trevor Howard, Amalia Rodrigues. 113’/ Proyección: viernes 28 de enero a las 14:00hs
Los personajes del título son un hombre y una mujer con pasado que se encuentran en Portugal y mantienen allí un peleado amor, bastante castigado por la desconfianza y por la amenaza policial. Como asunto policíaco y sentimental el asunto está mucho mejor pensado que otros temas similares, y los cinco minutos finales, donde se analizan cosas ocurridas en todo el film, lo revelan claramente así. Es probable que el libreto especule con exceso sobre esas revelaciones, a las que demora con algún artificio y con reticencias del inspector policial, pero en general el libreto parece la obra de un hábil cálculo, incluso para ubicar sus escenas románticas. Hay muy buenos momentos de realización en este relato sentimental, notoriamente planeado para la atracción pública (es, con precisión, lo que suele llamarse “un film comercial”) pero hecho con inteligencia y buen gusto.
El tiempo de los asesinos (Voici le temps des assassins, Francia-1956) dir. Julien Duvivier, c/Jean Gabin, Daniéle Delorme, Lucienne Bogaert, Gérard Blain, Gabriel Fontan. 119’/ Proyección: jueves 27 a las 14:00hs
El melodrama ha sido el género habitual de Duvivier en los últimos años, no tanto como vocación artística como por ser el terreno más propicio a su aptitud de director, pero nunca le había dedicado al argumento mismo la atención que aquí evidencia. El trazo psicológico es seguro y, en estructura argumental, éste es el mejor Duvivier conocido, el más prolijo y minucioso, sin la concesión total o parcial a la anarquía narrativa que había debilitado sus asuntos recientes. Como director, y no ya como libretista, Duvivier se esmera también aquí hasta el máximo de sus posibilidades, que siempre han sido formidables. Todo está
pensado en el film, hasta el humorismo incidental, y si se excede en la truculencia de algún personaje, compensa esos excesos con otras sutilezas de narración. Jean Gabin y Daniéle Delorme aportan dos labores notables, Germaine Kerjean está muy bien en su madre (de Gabin) y la música de Jean Wiener baraja un tema casi único con cierta nostalgia. Pero el director es la verdadera estrella del film.
La dama del perrito (Dama s sobachkoi, URSS-1960) dir. Joseif Heifits, c/Ya Savvina, Alexei Batalov, Ala Chostakova, N. Alisova, D. Zebrov. 90’ aprox./ Proyección: sábado 29 de enero a las 16:00hs
Esta es la historia de un adulterio, apenas deseado por quienes lo viven, e inevitable sin embargo en las circunstancias en que nace su puro amor. Él es un burgués casado, taciturno, sensitivo, que se ha alejado de Moscú para pasar unas vacaciones en un balneario de Yalta; ella es la dama elegante que pasea con el perrito, se muestra como tímida y retraída y después se mostrará también como sentimentalmente insatisfecha con el matrimonio al que ha sido empujada. El director y adaptador no ha querido conformarse con una transcripción literal de la anécdota de Chejov. La ha recreado en términos cinematográficos, construyendo con minucia de artesano ese mundo burgués en el que surge un amor desafiante.
Onibaba, el mito del sexo (Onibaba, Japón-1964) dir. Kaneto Shindo, c/Nobuko Otowa, Jitsuko Yoshimura, Kei Sato, Jukichi Uno, Taiji Tonoyama. 110’/ Proyección: jueves 27 de enero a las 18:00hs
Un clima general de ferocidad surge de esta tragedia japonesa, ubicada durante las muchas y misteriosas guerras medievales que tanto han alimentado el cine de ese país. Dos mujeres (suegra y nuera) viven solitarias entre cañaverales dedicadas al crimen y al pillaje contra los soldados heridos que la guerra les acerca. Entre ambas se instala un vecino, tan inescrupuloso como ellas, que pronto se convierte en amante de la mujer joven. Desde allí, la mujer mayor emprende una campaña de celos, despecho, terror y muerte, procurando impedir los encuentros de esa pareja. Bajo la ferocidad exterior se impone una sensación de magia primitiva, una reducción de la vida humana a términos elementales de alimentación, sexo y supervivencia del más apto, con el agregado de terrores igualmente primitivos sobre el pecado, el castigo, la divinidad y lo diabólico. La realización de Kaneto Shindo se permite todas las sutilezas formales del mejor cine japonés: una interpretación exasperada y vigorosa, un abundante virtuosismo en cámara y montaje, el sabio uso de la lluvia, las plantas, las sombras y, sobre todo, de un pozo enorme que alberga los sucesivos cadáveres y que es, desde la invocación inicial, un símbolo de las oscuras profundidades del tema.
Rebelión (Joi-uchi, Japón-1967) dir. Masaki Kobayashi, c/Toshiro Mifune, Takeshi Kato, Tatsuya Nakadai, Michiko Otsuka. 120’ . / Proyección: jueves 27 a las 16:00hs
En una primera hora de relato se discuten con abundancia las ventajas e inconvenientes de acatar las órdenes superiores, un dilema que tarde o temprano ataca a los seres humanos cuando sufren a jerarcas arbitrarios, prepotentes o malhumorados que ni siquiera saben escuchar razones. Aunque tales discusiones suelen ser escasamente cinematográficas, Kobayashi resuelve el caso con una extrema precisión para el retrato de los cuatro familiares afectados, de la móvil cortesana y de los diversos ministros e intendentes que traen y llevan las órdenes de arriba. El tema es la dignidad humana y los diálogos son adecuadamente concisos y dignos, escenificados como ceremonias, apoyados en silencios y en miradas. Cuando terminan esos parlamentos, el espectador queda muy convencido sobre lo que Mifune y su hijo deben hacer en el caso. El final llega a la tragedia con grandeza, tanto por la sólida actuación de Mifune como por la escenificación de los duelos. El conjunto es tan virtuoso como convincente y sólo requiere espectadores afectos a la inevitable solemnidad japonesa.
La pandilla salvaje (The Wild Bunch, EUA-1969) dir. Sam Peckinpah, c/William Holden, Robert Ryan, Ernest Borgnine, Warren Oates, Emilio Fernández. 142’ ./ Proyección: domingo 30 de enero a las 15:00hs
El director ha utilizado no sólo elementos de superproducción (multitudes, uniformes, color, exteriores) sino un vigoroso lenguaje cinematográfico que arma cada secuencia prolijamente, no se distrae en desvíos y acumula tomas brevísimas, a veces filmadas con cámara lenta, para registrar la acción. Una violencia insólita recorre esas imágenes, no sólo en el pormenor de disparos y de víctimas sino en el contraste entre esa brutalidad y los efectos que causa. La experiencia de Peckinpah en los temas del western y del ejército le hizo transitar por una abundante tarea en televisión y luego por cuatro labores cinematográficas (desde 1962) diversamente afligidas por la presión de los productores. Su comprensión de ese mundo se trasluce particularmente en la definición social y psicológica. Tomados de la realidad, ajenos al clisé de Hollywood, esos hombres y sus mujeres protagonizan un relato cinematográfico tan genuino como intenso.
El niño salvaje (L’enfant sauvage, Francia / EUA-1970) dir. Francois Truffaut, c/ Francois Truffaut, Jean-Pierre Cargol, Jean Daste, Paul Ville. 85’/ Proyección: jueves 20 de enero a las 22:00hs.
Truffaut: -Cuando hice El niño salvaje, Artistas Unidos terminó por aceptar el
plan de esa película difícil (sin estrellas, con un tema árido), porque había convenido una operación en bloque con Sirena de Mississippi, que tenía a Belmondo y a Catherine Deneuve. Es decir los beneficios de la segunda cubrían el posible déficit de la primera. Pero de hecho Mississippi perdió seiscientos mil dólares y El niño salvaje ganó trescientos mil, con lo que la situación se invirtió.
HAT: -Además El niño salvaje era en blanco y negro, también por una razón estética.
Truffaut: -Sí, ésa es una teoría muy larga que habría que explicar. Giorgio de Chirico decía que el espectáculo más escandaloso es la representación teatral al aire libre. Eso le llevaba a la cólera. Según él todo teatro debía jugarse entre cuatro paredes. Y estoy de acuerdo, especialmente para los filmes de época. Creo que deben tener decorados falsos, especialmente hechos, y además cerrados. La naturaleza es demasiado realista. La acción de El niño salvaje ocurría en 1797 así que preferí hacerla en blanco y negro.
Perros de paja (Straw Dogs, EUA-1971) dir. Sam Peckinpah, c/Dustin Hoffman, Susan George, Peter Vaughan, T. P. McKenna, Peter Arne, David Warner. 113’ ./ Proyección: viernes 14 de enero a las 18:00hs
El protagonista es un moderno intelectual encerrado en su torre de marfil, un matemático envuelto en las abstracciones del pizarrón. Está pasando una temporada en una granja inglesa y se ve asediado por cuatro vecinos bastante villanos y lujuriosos, que lo hostigan con burlas, le matan el gato, le violan a la mujer, que ciertamente se deja violar, y terminan por invadir su casa, provocando una batalla campal. Con suma habilidad, Peckinpah ha graduado esta historia, desde el festivo anecdotario inicial y los remansos de paz, hasta la poderosa media hora final, que no sólo alberga cinco muertos sino también un brío frenético de acción, comentada ásperamente por una partitura de gaitas escocesas. Igual que la anécdota crece su protagonista. La filosofía del film es discutible, pero la realización de Peckinpah es de primerísima calidad, desde la progresión calculada en el libreto y el dibujo inicial de personajes, hasta los recursos de cámara lenta, acción paralela y compaginación veloz con que la última media hora invade al espectador.
Dos amores en conflicto (Sunday, Bloody Sunday, Gran Bretaña-1971) dir. John Schlesinger, c/Peter Finch, Glenda Jackson, Murray Head, Peggy Ashcroft, Tony Britton. 110’/ Proyección: sábado 22 de enero a las 16:00
El triángulo sentimental consiste de dos hombres y una mujer. En el centro está Bob, un joven escultor que permanece en Londres alternándose entre dos amantes. Uno de esos amores es Alex, una divorciada de 30 años; el otros es Daniel, un médico homosexual. Los tres personajes están al tanto de sus vínculos recíprocos, sin secretos que ocultar, y aunque ciertamente no se sienten cómodos, se abstienen de irrumpir en la protesta y en los celos. Tras la aparente naturalidad de los personajes principales y secundarios hay una selección astuta, una concisión que lleva a sintetizar las ideas en imágenes expresivas y silenciosas. Schlesinger ha procedido con singular respeto por los datos humanos en juego, sin agregarle los artificios fotográficos de alta técnica a los que se ha sentido inclinado otras veces.
El sol rojo (Le soleil rouge, España / Francia / Italia-1972) dir. Terence Young, c/Charles Bronson, Toshiro Mifune, Ursula Andress, Alain Delon. 112’ . / Proyección: domingo 30 de enero a las 19:30hs
Nunca existió un rebuscamiento tan audaz como la introducción de un samurai japonés en las praderas norteamericanas. El buen pretexto es ahora el de que los diplomáticos japoneses se perjudican en el clásico robo del tren, perdiendo un sable exquisito que debía ser regalado al presidente de los Estados Unidos. Al rescate del sable perdido marcha Toshiro Mifune, hombre fuerte y hábil que prescinde de las armas de fuego pero lucha de igual a igual contra indios y forajidos. La presencia de Mifune es el dato exótico en un western sumamente internacional, dirigido por Terence Young (nacido en Shanghai), fotografiado por el francés Henri Alekan y hablado en inglés por el norteamericano Charles Bronson, la suiza Ursula Andress y el francés Alain Delon, con un rodaje en España que simula ocurrir en Estados Unidos. Entre todos ellos la fórmula es la de costumbre: el robo, la traición, la fuga, la persecución, el ataque de los indios comanches, el ajuste de cuentas. Hay que reconocer a Alekan algunos primores fotográficos y a Young la eficacia con que traslada la acción a la pantalla. Nadie deberá preocuparse por lo que el film dice, sino por pasar el rato.
La tregua (Argentina-1974) dir. Sergio Renán, c/Héctor Alterio, Luis Brandoni, Ana María Picchio, Marilina Ross, Sergio Renán. 104’ ./ Proyección: domingo 23 de enero a las 16:00hs
El dato notable de Renán como director es que no sólo escribe diálogos justos y dirige talentosamente a sus actores, sino que introduce las pausas, los silencios y las imágenes expresivas que el cine requiere. Una conversación entre padre e hija termina notablemente en un abrazo mudo, que revalida el cariño entre ambos después que las palabras habían creado un asomo de conflicto; la declaración de amor termina, calladamente, con dos manos que se unen a través de una mesa, cuando las palabras ya no pueden decir más. En todo ello hay algo más que técnica. Hay una actitud emocional del director hacia el drama y una peculiar combinación de honestidad y habilidad para trasmitirlo. Para Sergio Renán, como director, como libretista y como ocasional intérprete, La tregua es un triunfo personal y no sólo un debut.
Angel (EUA-1984) de Robert Vincent O’Neill, c/Cliff Gorman, Susan Tyrrell, Dick Shawn, Rory Calhoun, John Diehl, Donna Wilkes. 92’ ./ Proyección: domingo 30 de enero a las 21:30hs
Angel funciona como estudiante de día y como prostituta de noche. Lo hace con el excelente motivo de que ha sido abandonada por padre y madre, con lo que debe recurrir a medidas extremas para sobrevivir y para continuar sus estudios. La comedia se le deshace por la aparición de un sádico que mata prostitutas y que prosigue una feroz carrera criminal. Los artificios de la trama no duelen mucho, sin embargo. Dirección, producción y libreto se han preocupado de una sólida ambientación en las calles de Los Angeles y de una esmerada técnica para las diversas secuencias de acción. El acento general del relato es el policíaco, con buena cuota de acción, de heridos y de muertos. El lado erótico no está vinculado con la prostitución sino con el colegio de Angel, donde las compañeras suelen sacarse el corpiño para cambiar impresiones sobre diversos aspectos pedagógicos del local. Todas ellas son jóvenes y fuertes.
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