NOW YOU SEE ME
Un thriller de Louis
Leterrier
Con Jesse Eisenberg, Mark
Ruffalo, Woody Harrelson, Mélanie Laurent,
Morgan Freeman, Michael
Caine, Isla Fisher y Dave Franco
Sinopsis
NADA ES LO QUE PARECE (Now You See Me) cuenta la historia de la
persecución de Los Cuatro Jinetes, un grupo formado por los mejores magos de
todo el mundo, liderado por el carismático ilusionista Michael Atlas (Jesse
Eisenberg).
El peculiar equipo se dedica a
robar bancos mientras desarrollan sus espectáculos. Una vez finalizada con
éxito la estafa, reparten el dinero que obtienen entre el público presente.
Aprovechando sus conocimientos sobre magia, combinan el espectáculo con
dispositivos y elementos de alta tecnología que les permiten acceder más
fácilmente a los fondos del banco en cuestión.
La banda conquista rápidamente
a la audiencia, que además de recibir parte del botín, queda boquiabierta ante
el ingenio y la sofisticación de Los Cuatro Jinetes.
Dylan Hobbs (Mark Ruffalo) es un agente especial del FBI que lleva un tiempo
detrás de los ilusionistas. Su intención es detenerlos y hacerles pagar sus
impresionantes delitos antes de que consigan efectuar lo que promete ser su
golpe más atrevido y extraordinario. El oficial se ve obligado a colaborar con Alma
Dray (Mélanie Laurent), una representante de la Interpol de la que Dylan
sospecha profundamente. El agente, desesperado al no conseguir avanzar en el
caso, recurre a Taddeus Bradley (Morgan Freeman), un mago veterano que
se dedica a revelar los trucos de los demás magos, exponiéndolos en público.
Sólo una cosa está clara: los
Cuatro Jinetes tienen que recibir ayuda del exterior, y el descubrimiento de la
identidad de ese colaborador es la única manera de conseguir detener a todo el
grupo. Situarse un paso por delante de estos maestros del engaño resultará
tremendamente difícil, las habilidades de cualquier persona ajena a la magia no
parecen ser suficientes.
Mientras, el público espera
ansioso el gran golpe.
Acerca de la producción
El fascinante y seductor universo de los ilusionistas
profesionales ofrece un telón de fondo deslumbrante para el director Louis
Leterrier en su electrizante thriller de robos NADA ES LO QUE PARECE, una
auténtica carta de amor al mundo de la magia. Policías y delincuentes rivalizan
para tratar de tomar la delantera a sus adversarios, mientras la película
devela antiguos secretos e inventa otros nuevos, poniendo al día ilusiones
clásicas y llevando a los espectadores en un viaje que explora la idea de lo
imposible.
El productor Bobby Cohen, presidente de Kurtzman/Orci, admite
ser lo que denomina un "secreto freaky de la magia".
"A mis socios, Alex Kurtzman y Roberto Orci, también les
interesa la magia", señala. "Hemos pasado mucho tiempo buscando un
guión así". "La simple idea en sí de la magia provoca una doble
reacción visceral en la mayoría de la gente", asegura. "Por un lado,
queremos que nos sorprendan pero, por otro, queremos saber cómo lo hacen. A
menudo hablamos de la mejor manera de conseguir incluir ambas experiencias en
una película".
Cohen y sus socios encontraron por fin el equilibrio que
buscaban en el guión original de Edward Ricourt de NADA ES LO QUE PARECE. El
filme es un proyecto sumamente personal para el guionista, que empezó a darle
vueltas a la idea cuando aún era estudiante en la Universidad de Nueva York.
Recuerda: "Una noche, le conté mi idea a mi padre. Se mostró enormemente
entusiasmado. Por desgracia, falleció al día siguiente, y no he podido evitar
sentir desde entonces que le debía conseguir que se hiciera esta película.
Todavía se me pone la carne de gallina pensando en lo orgulloso que se
sentiría".
Ricourt quería escribir una clásica cinta de atracos, pero
buscaba un elemento único que sirviera de gancho y lo distinguiera de todas las
demás. "Empecé con la idea de que fuera una especie de historia de Robin
Hood, en la que la verdadera hazaña no es llevarse el dinero, sino cómo se
realice esto. ¿Y si los cuatro magos más importantes del mundo se juntaran y se
convirtieran en una gran unidad imparable? Juntos, podrían conseguir lo
imposible".
Ideó a un grupo de individuos excepcionales, cada uno con una
habilidad específica muy particular. "A medida que fui inventando cada
personaje, se convirtió en una especie de historia de superhéroes",
prosigue Ricourt. "Crearlos servía en parte como una forma de hacer
realidad mis deseos: si pudieras tener un superpoder, ¿cuál sería? A algunos
les gustaría leer la mente, o hacer aparecer cosas de la nada. Me parecía que
eso servía para darles una base más sólida a los personajes y hacía que la
magia resultara más real".
Durante siglos, los magos han formado parte de una cultura
proscrita, comenta el guionista. "Al final, no es cuestión de
dinero", apunta. "Lo regalan todo, porque van tras algo más
importante. Se trata de un giro que no había visto nunca".
El director de la película, Louis Leterrier se ha labrado una
reputación como uno de los mayores estilistas visuales del cine contemporáneo,
creador de inolvidables cintas de acción como Furia de Titanes, El
transportador y El increíble Hulk. Le atrajo la historia llena de matices y los
fascinantes personajes de NADA ES LO QUE PARECE, pero fue la posibilidad que
ofrecía la película de echar un vistazo a los entresijos del mundo de la magia
lo que sirvió para convencerlo definitivamente de embarcarse en el proyecto.
El director se presentó ante los productores rebosante de
ideas para ampliar las posibilidades de la película. Quería llevar las
ilusiones a un nivel nunca visto y hacer lo mismo con todo el resto de los
elementos de la producción, tanto los efectos visuales, como las
localizaciones, las secuencias de acción o el vestuario. También propuso filmar
fundamentalmente en película fotográfica clásica de 35 milímetros , usando
lentes anamórficas de hace 40 años, para captar mejor la rica imaginería
romántica. Por último, sugirió utilizar a dos directores de fotografía
distintos. Mitchell Amundsen se encargaría de las vertiginosas secuencias de
acción del filme, mientras que Larry Fong supervisaría las intrincadas
ilusiones.
También aportaron sus conocimientos al proyecto varios magos
profesionales de primera línea, con diversas especialidades, desde el
mentalismo a la prestidigitación, encabezados por David Kwong, fundador de
Misdirectors Guild, compañía que asesora habitualmente a cineastas en el arte y
el oficio de la magia.
Estos especialistas ahondaron más de lo que se había hecho
jamás en la mecánica y la filosofía de los espectáculos de magia, para dotar a
la historia de un marco realista.
"Hablamos de algunos de los principios básicos de la
magia, así como de instruir a los actores y de ayudar a diseñar las
ilusiones", explica Kwong. "Uno de nuestros objetivos más importantes
era despertar el interés del público a nivel intelectual, para que
comprendieran toda la preparación que conlleva la creación de las ilusiones. No
revelamos demasiados secretos, pero aprenderás a respetar lo que los Cuatro
Jinetes son capaces de hacer".
NADA ES LO QUE PARECE evoca los tiempos en los que las
películas se proyectaban en una "linterna mágica", para recordar a
los espectadores que las dos disciplinas siempre han ido de la mano, según
Ricourt.
"Cuando compras tu entrada y te sientas en tu butaca,
estás dispuesto a creer en la magia, porque de eso trata el cine",
sentencia el guionista. "Tienes que suspender temporalmente tu
incredulidad. Dejas de lado lo que sabes que es real y te sientes dispuesto a
creer lo que ves. Esta película refleja eso. ¡Todo es posible!".
Y para nuestro próximo truco...
Los productores, que necesitaban nada menos que a ocho
actores para los papeles principales del filme, lograron reunir un reparto que
es mucho más que la suma de sus partes. El elenco de NADA ES LO QUE PARECE, que
suma tres Oscars® y una docena de candidaturas entre todos, es uno de los más
estelares de los últimos tiempos, pero no hubo en ningún momento problemas de
egos propios de las estrellas.
Comenta Cohen: "Cada vez que añadíamos a alguien más,
resultaba más fácil elegir al resto del reparto de la película. Jesse Eisenberg
fue el primero en incorporarse. Luego llegó Woody Harrelson, porque disfrutó
trabajando con Jesse en Zombieland. Mark Ruffalo quería trabajar con Jesse y
Woody, y a Isla Fisher le entusiasmaba la idea de trabajar con los tres. Todo
fue surgiendo de forma muy natural".
Michael Atlas, arrogante, elegantemente vestido y de habla
refinada, se convierte en el líder de facto de los Cuatro Jinetes. Interpretado
por Jesse Eisenberg, candidato al Oscar® por su trabajo en La red social, es un
especialista en prestidigitación y un ilusionista completo.
"Está actuando todo el tiempo", señala Eisenberg.
"Es un gallito, muy seguro de sí mismo, permanentemente interpretando su
papel. Pero en realidad está representando su idea de lo que debe ser un mago,
y se oculta tras esa fachada. Atlas necesita controlar siempre la situación,
que es una de las razones por las que es capaz de realizar esas increíbles
ilusiones".
"Todos adoptan ciertas poses mientras intentan imponer
su dominio pero, una vez pasado ese punto, se compenetran muy bien",
aclara Eisenberg. "A Atlas le gusta diferenciarse afirmando que es el
mejor mago que existe en „prestidigitación mental‟".
Mientras los Jinetes montan dos actuaciones en vivo muy
publicitadas, también trabajan en otro "espectáculo" aún más grande,
que mantienen en el máximo de los secretos. "Atlas cree estar muy por
delante del FBI", explica el actor. "Y, en muchos aspectos, lo está.
La magia le ha enseñado a plantearse cómo va a reaccionar el otro bando antes
siquiera de empezar. Le encanta que el FBI lo siga. Le encanta el hecho de que
el mayor experto del mundo en desacreditar magos lo esté siguiendo. Cualquier
cosa que hagan no hace más que dejarlo en mejor lugar porque, pese a todos los
recursos de los que disponen, siguen sin poder seguirle el ritmo".
Como a los Jinetes les interesan las ilusiones, más que el
dinero que roban gracias a ellas, el público siente mayor simpatía hacia ellos,
según Eisenberg: "Necesitan demostrar que pueden hacerlo, tanto a sí
mismos como a los demás. Y en el fondo de todo ello hay una dualidad que hace
que vayas cambiando de bando. Por un lado, estás con la policía mientras
develan las ilusiones. Por otro, estás entre bastidores con los magos, viendo
todo el trabajo y el ingenio que invierten en estos espectáculos".
Isla Fisher trabaja como actriz desde los nueve años. En NADA
ES LO QUE PARECE, Fisher interpreta a Henley, una escapista cuyo truco
característico es salir de un depósito de agua de 380 litros infestado de
pirañas, mientras está encadenada de pies y manos.
Como antigua ayudante de Atlas, Henley solía llevar sus
accesorios y acabar cada noche cortada por la mitad. Ahora que es su igual, su
indomable espíritu femenino ayuda a mantener controlados los egos masculinos
del equipo. "Atlas se siente intimidado por su genialidad y audacia",
asegura Fisher. "Desde que empezó a hacerse valer por sí misma, la
relación entre ambos pasó a convertirse más bien en una especie de rivalidad
entre hermanos. No le tiene miedo a nada, una cualidad que es muy divertida de
interpretar, y una razón importante por la que acepté el papel. En realidad, yo
soy más bien miedosa".
Fisher se imaginaba a su personaje como un cruce entre
Lisbeth Salander, la protagonista de la saga Millennium: Los hombres que no
amaban a las mujeres, y el gran mito iconoclasta e independiente del cine,
Katharine Hepburn. "Tiene que ser mejor que los hombres para verse en
cierta igualdad de condiciones con ellos", señala la actriz. “Es
luchadora, pero nunca se comporta como un hombre. Su lado femenino es la clave
de su fuerza".
Fisher estudió la vida y obra de la ilusionista Dorothy
Dietrich como preparación para el papel. "Quería que Henley fuera tan atrevida,
deslumbrante y sorprendente en el escenario como fuera de él, de modo que nunca
sepamos qué está pensando realmente", explica. "Dorothy es una
escapista real que trabaja en la actualidad. Fue la primera mujer en atrapar
una bala entre los dientes, que es una proeza asombrosa. No sólo se le da muy
bien desviar la atención, sino que también sabe conectar emocionalmente con el
público, con lo que consigue que se impliquen más en los números".
Trabajar con amigos y compañeros como Eisenberg sirvió para
que el rodaje resultara muy agradable para la actriz, pero compartir escena con
dos intérpretes veteranos fue uno de los mejores momentos de su carrera, según
Fisher: "Trabajar con Michael Caine fue seguramente lo que más disfruté.
Es un perfecto caballero en el set, un consumado profesional y evidentemente
posee un talento extraordinario. Para mí, fue un poco como si me hubiera tocado
la lotería".
"¡Y encima oía hablar a Morgan Freeman a diario!",
agrega. "Todo el mundo conoce esa voz profunda, conmovedora,
tranquilizadora y divina".
Woody Harrelson se incorporó al reparto para interpretar al
mentalista subversivamente divertido Merritt Osbourne, una antigua estrella
ahora en baja, que se dedica a ganarse la vida como buenamente puede en el
circuito de artistas callejeros. "Merritt no tiene un pasado muy
limpio", apunta el guionista Ricourt. "Está rodeado de cierto
misterio. Ha tenido problemas. Me gustaba la idea de que en otro tiempo haya
sido popular, pero ahora es como un viejo músico de rock que intenta revivir
sus tiempos de gloria".
Harrelson colaboró estrechamente con el mentalista
profesional Keith Barry como preparación para el papel de un adivino de capa
caída, que no quiere dejar pasar la oportunidad de volver a ser el centro de
atención. "También leí una serie de libros para prepararme", recuerda
el actor. "Ha habido algunos mentalistas realmente fascinantes a lo largo
de los años, que han hecho cosas increíbles. No sé ni de lejos cómo funciona
todo eso, pero he hecho algún que otro experimento. Puesto que Merritt trabaja
además con hipnotismo, también lo estudié un poco, e intenté hipnotizar a
gente, en vano, pero creo que una vez me faltó muy poco".
Mark Ruffalo, otro candidato al Oscar® (por The Kids are All
Right), está del lado de la ley y el orden en su papel de Dylan Hobbs, el
agente del FBI encargado de investigar a los Jinetes. A Dylan, que estaba a
punto de resolver un importantísimo caso de crimen organizado, le molesta
enormemente que lo retiren del mismo para dedicarse a lo que él percibe como un
asunto de lo más trivial.
"Dylan cree realmente en la ley, en la igualdad de todos
ante la misma", explica Ruffalo. "Se muestra muy rotundo al respecto.
Esa es su principal motivación a lo largo de toda la película".
"Me pasé la mayor parte del tiempo trabajando con
Mélanie Laurent, que es una actriz de un talento asombroso y muy divertida.
Jesse y yo tenemos una gran escena en la película, al igual que Woody y yo. Es
como un reparto estelar, y yo pude interpretar un poco con todo el mundo, lo
que fue fantástico".
Ruffalo encontró atractiva la justificación populista de los
golpes de los Jinetes, así como muy actual. "Recibí el guión antes de que
surgiera Occupy Wall Street y todo el movimiento de Los Indignados",
recuerda. "Pero creo que el tema está sumamente arraigado en la cultura
contemporánea y pudimos desarrollarlo para convertirlo en una historia de Robin
Hood moderna, con magos que roban a los ricos para devolvérselo a la gente
común".
La impresionante escala de la película, así como su
complejidad narrativa y su espectacularidad visual apoyada en el uso de la
magia, la convierten en un vehículo ideal para el prodigioso talento de
Leterrier, en opinión del actor. "Es justo el tipo de proyectos en los que
suele trabajar Louis", sostiene. "Supo llevarlo a la perfección,
convirtiéndolo en un drama centrado en los personajes, que resulta ser a la vez
una película de robos con magia. Es un maestro en la narración visual y aun así
se tomó las molestias de conseguir interpretaciones realmente excelentes para
una gran producción de concepto sencillo. Es algo insólito, en mi
experiencia".
Dylan se ve obligado a colaborar con Alma, una agente de
Interpol que no había hecho más que sentarse en un despacho de París hasta que
fue elegida para investigar el primer golpe. Interpretada por la actriz
francesa Mélanie Laurent, resulta ser un elemento impredecible en la
investigación. "Lo que resulta tan peligroso de ella es que se encuentra
en una zona gris", observa Ruffalo. "Para él, todo es blanco y negro.
Ella quiere creer en la magia. Le interesa saber cómo lo hacen”.
"Le interesa mucho entender la magia, no sólo la
mecánica, sino la filosofía", sostiene Laurent, cuya primera producción
estadounidense fue la cinta de Quentin Tarantino Malditos bastardos. "Lo
único que quiere Dylan es encerrarlos a todos. Como ella llega a obsesionarse
un poco con la magia, tiene otro punto de vista. Creo que, si yo fuera policía,
tal vez sería como Alma, seguro, porque soy muy curiosa. Quiere saberlo todo de
todo".
La tensión entre los dos empieza desde el momento en que se
conocen. "Por supuesto, nos odiamos mutuamente de inmediato", comenta
Laurent. "Pero, cuando dos personas se odian tanto, es porque hay cierta
atracción entre ellos. Ella aporta algo nuevo a la vida de él y a su forma de
trabajar".
¿Creés en la magia?
Uno de los problemas inherentes a incluir magia en una
película es que los espectadores dudarán instintivamente de si lo que ven está
sucediendo realmente, pero el equipo responsable de NADA ES LO QUE PARECE
estaba decidido a prescindir de la infografía y otros efectos especiales
siempre que fuera posible. Consultaron con algunos de los magos más destacados
del mundo para garantizar la autenticidad de las
ilusiones de la película y proporcionaron a los actores los
medios para aprender y realizar ellos mismos sus trucos. Kwong, mago
profesional con un título de Historia por Harvard, lleva estudiando magia desde
que era adolescente. "La mayor parte de los magos empezaron siendo muy
jóvenes", y considera su forma de abordar la magia más intelectual que la
mayoría. De hecho, su truco característico implica una baraja de cartas y un
crucigrama, lo que lo ha llevado a crear crucigramas para el New York Times.
"Quiero cuestionar el modo en que la magia está
evolucionando hacia ilusiones de alta tecnología", afirma. "Aprecio
el ejercicio de agudeza mental y me encantan los rompecabezas. Los
rompecabezas, como las ilusiones, cuestionan lo que sabemos. Nos regimos por unas
determinadas restricciones e intentamos ver cómo podemos ser creativos dentro
de los parámetros que nos dan".
"Somos un grupo de especialistas de élite en magia de
toda clase de disciplinas", explica. "Nos consideramos una
organización semi-secreta especializada en todo tipo de temas mágicos. Me
permite combinar mis dos pasiones, el cine y la magia, en una sola
carrera".
Su labor empezó ayudando a los guionistas a infundir a la
historia de los verdaderos principios de la magia. "Me siento muy
orgulloso de cómo hemos logrado meter los principios de la magia en esta
película", sostiene. "Hemos hecho hincapié en cosas como la idea de
que un mago siempre va un paso por delante del público, algo que puede verse a
lo largo de toda la película, hasta el mismísimo giro del final".
Kwong también ayudó a conceptualizar las ilusiones, forzando
a veces los límites de lo que se puede conseguir en la actualidad.
"Queríamos que la película se fundamentara en exhibiciones reales de
prestidigitación, para recordar a los espectadores que todas estas grandes
ilusiones se basan en años y años de práctica", comenta. "Tenemos
muchísimos trucos de magia reales de monedas y cartas, y estamos muy orgullosos
de esa autenticidad".
"Por otro lado, los Cuatro Jinetes están inventando
cosas increíblemente innovadoras", prosigue Kwong. "Nos obligaron a
ser creativos e idear números emocionantes, que tal vez me resulten imposibles
de realizar hoy, pero espero poder realizar el día de mañana".
La visión del director Leterrier fue lo que impulsó las
secuencias más espectaculares de la película. "Louis siempre sostuvo que
estos eran los magos del mañana", aporta Kwong. "Fue un reto difícil
y un ejercicio divertido. Tomamos cosas como volar por el escenario, inspirados
por David Copperfield, y se nos ocurrió la idea de meter a Henley en una
burbuja".
Cohen comenta que lo que más le enorgullece es que la propia
película es el mayor truco de magia de todos y, para comprenderlo, el público
tendrá que acudir a verla. "Eso es lo que verdaderamente distingue a esta
película", sentencia. "Es un filme inteligente que debería atraer a
un amplio espectro de espectadores. Como cineasta, lo que más quiero es que
venga mucha gente distinta a ver la película y que la disfruten".
A los niños les encanta la magia, a los adultos les encanta
la magia. Tenemos humor, tenemos persecuciones de coches y peleas cuerpo a
cuerpo que utilizan magia. Tenemos grandes trucos que son como rompecabezas
para que el público los resuelva. Hay de todo y en particular, ingenio".
Ficha técnica:
Dirección Louis Leterrier
Autores Ed Solomon (guión) | Boaz Yakin y Edward Ricourt
(guión, historia)
Productores Bobby Cohen | Alex Kurtzman | Roberto Orci
Música Brian Tyler
Dirección de fotografía Mitchell Amundsen | Larry Fong
Montaje Robert Leighton | Vincent Tabaillon
Dirección de Casting Carmen Cuba
Diseño de producción Peter Wenham
Reparto:
Jesse Eisenberg J. Daniel Atlas
Mark Ruffalo Dylan Rhodes
Woody Harrelson Merritt McKinney
Isla Fisher Henley
Reeves
Dave Franco Jack Wilder
Mélanie Laurent Alma Dray
Morgan Freeman Thaddeus Bradley
Michael Caine Arthur Tressler
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