12ª EDICIÓN DEL FESTIVAL DE CINE ALEMÁN
13 al 19 de Septiembre
VILLAGE RECOLETA
www.cinealeman.com.ar
German Films tiene el agrado de anunciar la 12ª Edición del Festival de Cine Alemán
que se realizará del 13 al 19 de septiembre en el cine Village Recoleta.
Este reconocido evento anual - ya instalado en la agenda cultural de la ciudad- presentará lo mejor de la producción cinematográfica alemana reciente.
En esta edición se exhibirán un total de 13 largometrajes de la más reciente cinematografía germana. Entre los cuales hay una producción documental, This Ain’t California, que ofrece una penetrante mirada, a través de la subcultura skate de los años 80 de la República Democrática Alemana (RDA).
En la función de apertura se exhibirá Felicidad (Glück), la última película de Doris Dörrie, con la presencia de su protagonista, el actor Vinzenz Kiefer.
Como evento especial, se realizará la función pre estreno mundial de la coproducción entre Argentina y Alemania El amigo alemán (Der deusche Freund), que contará con la presencia de su directora, Jeanine Meerapfel y elenco.
Como todos los años, el público podrá elegir su película favorita que será anunciada al concluir el Festival.
Se sortearán diversos premios entre los participantes.
Para el cierre del festival se realizará, al igual que en las últimas ediciones la presentación de la película muda Los Tejedores (Die Weber) de Friedrich Zelnik musicalizada en vivo por Marcelo Katz y los Locos por el Celuloide.
Este evento cuenta con la colaboración del Goethe Institut.
En breve, se podrá consultar toda la programación en http://www.cinealeman.com.ar
Catálogo
Felicidad (Glück), de Doris Dörrie
Felicidad cuenta la historia de una relación fuera de lo común entre dos jóvenes con problemas que viven en Berlín. Irina es una refugiada de guerra que se dedica a la prostitución, mientras que Kalle es un punk sin hogar. Cuando se conocen, se enamoran rápidamente a pesar de su timidez y de la sospecha mutua que forma parte de la vida en la calle. A pesar de todo, logran encontrar una cierta estabilidad y construyen una vida juntos, conviviendo en un pequeño departamento que Irina usa como oficina. Un día, uno de los clientes de Irina muere en su casa y ella huye a causa del pánico. Cuando Kalle vuelve a casa y encuentra el cuerpo, decide que hará todo lo necesario para defender la felicidad que ha encontrado junto a la persona que ama…
Felicidad está basada en un relato del bestseller de Ferdinand von Schirach Crime, vendido en más de 30 países.
La guerrera (Kriegerin), de David Wnendt
A sus 20 años, Marisa está harta de todo y, con un nihilismo impropio de su edad, espera ya muy poco de la vida. Forma parte de una familia desestructurada y trabaja como cajera en un supermercado. En su opinión, todos sus problemas son culpa de los extranjeros, los judíos, los policías y los izquierdistas. Con semejantes ideas, no es extraño que pertenezca a un violento grupo neonazi que se ha convertido en su nueva familia y junto al que disfruta dando palizas a inmigrantes, drogándose, siendo protagonista activa de salvajes fiestas casi orgiásticas y tatuándose el cuerpo con esvásticas y, próximamente, hasta un retrato de su idolatrado Hitler.
Cuando Svenja se incorpora al grupo, una adolescente que acaba de escaparse de casa, Marisa es la encargada de adoctrinarla y “educarla”. Pero, al mismo tiempo, conoce a un refugiado afgano y de repente se da cuenta de que no todo es ni tan blanco ni tan negro como ella pensaba. Ahora bien, una vez que uno se ha metido en una secta, no resulta tan fácil salir de ella.
La invisible (Die Unsichtbare), de Christian Schwochow
Josephine, conocida como Phine, estudia Arte Dramático. Todo indica que la interpretación no es lo suyo pues, a causa de su timidez, pasa inadvertida para casi todo el mundo, lo peor que le puede suceder a una actriz, a excepción de su madre y su hermana minusválida, con quienes convive. Pero su vida da un giro inesperado cuando un famoso director de teatro, Kaspar Friedmann, la elige, ante el estupor general, para ser la protagonista de su nuevo, arriesgado y ambicioso montaje, “Camille”, en el que sólo participarán estudiantes.
La suma de todas mis partes (Die Summe meiner einzelnen Teile), de Hans Weingartner
Es más que complicado resumir el argumento del cuarto largometraje de Hans Weingartner sin desvelar los múltiples e insospechados giros que contiene el guión y que convierten la película en un desbocado torbellino de emociones. Basta decir que cuenta la historia de un joven que sale de un psiquiátrico y, perdido en la gran ciudad y sin saber qué hacer, encuentra en un niño de la calle una razón para seguir adelante. Juntos deciden retirarse del ruido mundano y, para ello, se van a vivir a un bosque, donde construyen una choza. Cuando parece que han descubierto su personal Shangri La…
Los cinco (Fünf Freunde), de Mike Marzuk
Julian, George, Dick, Anne y Timmy son cinco personajes que acompañaron la infancia de los niños nacidos en los años 50, 60 y la primera mitad de los 70. Fruto de la imaginación de la escritora británica Enid Blyton, ellos eran Los cinco. La película de Mike Marzuk es una adaptación de la primera novela de la serie, en la que se forma la pandilla, y destila el aroma del cine infantil de antaño, cuando los efectos especiales no lo eran todo y valores como la amistad, el compañerismo, la sinceridad y la lealtad eran más importantes que las explosiones, las persecuciones o los amoríos prematuros.
Merced (Gnade), de Matthias Glasner
Glasner presenta a unos personajes al límite, atrapados en un territorio hostil y carcomidos por sus demonios interiores, que son incapaces de exorcizar. Ellos son el matrimonio alemán formado por Maria y Niels que se traslada, junto a su hijo Markus, al inhóspito norte de Noruega, allá donde no se ve el sol durante seis meses al año. Es una familia disfuncional, que parece condenada a desmembrarse. Y, además, cada uno de sus componentes debe convivir con un acendrado complejo de culpabilidad: el padre tiene una amante; la madre ha atropellado accidentalmente a una joven y se ha dado a la fuga y el hijo somete a acoso escolar a uno de sus compañeros. Pero ninguno de ellos será capaz de perdonarse a sí mismo mientras no obtenga el perdón de los demás.
Niños prodigio (Wunderkinder), de Marcus O. Rosenmüller
Gracias al pacto de no agresión entre Hitler y Stalin, en 1941, la localidad ucraniana de Poltava estaba al margen de la locura bélica que devastaba gran parte de Europa. Allí, un niño y una niña judíos, Abrascha y Larissa, y una alemana, Hanna, tienen fascinados a sus paisanos con su innato talento para la música: Abrascha y Hanna tocan el violín, y Larissa, el piano. Los tres fantasean con llegar a actuar algún día en el Carnegie Hall neoyorquino y los dos primeros están incluso convencidos de que acabarán casándose. Hasta que Alemania y Rusia entran en guerra y el mundo de los tres niños, y con él sus sueños, empieza a desmoronarse.
Rubbeldiekatz, de Detlev Buck
Rubbeldiekatz, cuya traducción sería “andarse sin rodeos” o “no perder el tiempo dando vueltas”, o cualquier otro término que uno prefiera para referirse a algo que se revela repentinamente, es otra película candidata del género inmensamente popular del travestismo, que sigue los pasos de películas como Una Eva y dos Adanes y Tootsie. En este caso, Alexander, un actor desempleado que considera que todo trabajo es un trabajo, se transforma en Alexandra, deja atrás a la competencia y consigue un papel femenino en una importante película de Hollywood. Pero, ¿podrá mantener las apariencias vistiendo un sostén con relleno y tacos altos? ¡Mejor de lo que esperaba!
El colega de Alex comienza a padecer del síndrome de la mano extraña, y el director también lo encuentra irresistible. Su ex novia enloquece y sus dos problemáticos hermanos junto con un amigo hacen del set de filmación un lugar aún más peligroso.
Alex simplemente querría acabar con la mentira, pero ya es demasiado tarde porque se ha enamorado de su compañera de actuación, la superestrella Sarah Voss. ¿Tendrá lo necesario para actuar como un verdadero hombre?
This Ain’t California, de Marten Persiel
This Ain’t California ofrece una penetrante mirada sobre la RDA. A través de la subcultura skate de los años 80, se muestra que no todo en la Alemania del Este era gris y «emanaciones del coche Trabant». La película está compuesta por tomas originales, animaciones y reencuentros actuales con los protagonistas. «Patinar como liberación», es una de las frases que podrían resumir perfectamente el espíritu de la película. Patinar «sin el estrés de obtener los mejores resultados, sin tener que ser mejor que nadie», como dice uno de los protagonistas, se convierte en perspectiva en un deporte o, dicho con palabras más grandilocuentes, «un estilo de vida convertido en ansias de libertad». La vida en la RDA como nunca hasta ahora se había visto. Una película que muestra una generación de jóvenes en la Alemania del Este de los años 80, sobre la que no se había rodado todavía ninguna película. Una película libre de tópicos sobre los que el Oeste suele basar su mirada hacia el Este.
Pantalones muy cortos, sexo y música frente a los desfiles oficiales del estado. This Ain´t California fluye con agilidad, con una potente banda sonora que es tan inconmensurable como las ganas de vivir de sus protagonistas.
Tres cuartos de luna (Dreiviertelmond), de Christian Zübert
Desde que el cine se convirtió en cine, las parejas extrañas siempre han funcionado muy bien en pantalla, especialmente en las comedias. Y una extraña, extrañísima pareja es la que protagoniza esta comedia filmada por Christian Zübert: un taxista alemán sesentón, racista y gruñón, y una niña turca de seis años, inocente y soñadora. Como es de rigor en el subgénero de las parejas extrañas, cada uno cambiará la vida del otro para bien. Todo empieza cuando Hartmut, el taxista, se entera de que su mujer va a dejarlo después de 30 años. En plena reorganización de su existencia, lleva en su taxi a una mujer turca recién llegada a Alemania y a su hija. Cuando se quiere dar cuenta, la mujer ha desaparecido. Por un cúmulo de casualidades, tiene que hacerse cargo de la pequeña, que no habla ni una palabra de alemán, y ayudarle a encontrar a su madre, ya que la abuela con la que debía instalarse ha sido ingresada en un hospital. Como les pasaba a Heidi y su abuelo, tras los choques iniciales, ambos aprenderán a quererse, a respetarse y a ayudarse. Porque, al fin y al cabo, en sus soledades se necesitan mutuamente.
Viento del oeste (Westwind), de Robert Thalheim
Hungría, verano de 1988. Isabel y Doreen, mellizas y naturales de Alemania Democrática, participan en un campamento de verano. Practican remo y su objetivo es entrenar duro para destacar internacionalmente. Pero todo se tuerce cuando conocen a unos jóvenes coetáneos procedentes de Hamburgo que les descubren que la vida puede ser muy divertida. Más aún, les descubren el amor. Y entonces cada una de las hermanas, inseparables hasta ese momento, tendrá que definir sus propias prioridades.
El amigo alemán (Der deutsche Freund), de Jeanine Meerapfel
Sulamit es hija de inmigrantes judío-alemanes; Friedrich, su vecino e íntimo amigo, es hijo de un ex teniente coronel de la SS. Ambos crecen en la Buenos Aires de los años 50, hasta que Friedrich, habiendo descubierto el pasado de su padre, decide radicarse en Alemania. Sulamit lo sigue al poco tiempo. A lo largo de 4 décadas, los dos atravesarán diversas coyunturas históricas entre Europa y la Argentina. Friedrich pasará por las protestas de mayo del 68 y las guerrillas de los setentas en Argentina, y recalará en una cárcel Patagónica durante la dictadura. Sulamit conocerá a Michael, que la ama y la protege, a pesar de comprender que ella está enamorada de otro hombre. Finalmente ambos volverán a encontrarse en la Patagonia, pero esta vez con un giro distinto…
Los Tejedores, de Friedrich Zelnik
Corre el año 1840. Los trabajadores trabajan en sus casas por jornales miserables. Cuando el fabricante Dreißiger amenaza con reducirlos aún más aduciendo la competencia de los telares mecánicos, Moritz Jäger llama a resistir. Cuando amenazan con arrestar a Jäger, los tejedores toman la residencia del fabricante. Rápidamente el movimiento se propaga, los tejedores de los pueblos vecinos se solidarizan y se oponen a los militares que avanzan contra la rebelión.
La película de Zelnik se presenta en un momento de mucha tensión social en la República de Weimar. Zelnik, conocido por sus películas comerciales y de entretenimiento, sorprende con la lograda adaptación del drama social de Gerhart Hauptmann. La puesta en escena logra imágenes muy expresivas e impresiona por “la conjunción de un ímpetu de agitación y un diseño visual perfecto, convincente” (Sigfrid Hoefert, 1927) El tema histórico se debe leer como una interpretación de la inestabilidad económica y social de la segunda mitad de los años 20, que luego será aprovechada por el nacionalsocialismo. Constituye una de las películas más importantes producidas durante la República de Weimar.
Toda la información en
www.cinealeman.com.ar
13 al 19 de Septiembre
VILLAGE RECOLETA
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German Films tiene el agrado de anunciar la 12ª Edición del Festival de Cine Alemán
que se realizará del 13 al 19 de septiembre en el cine Village Recoleta.
Este reconocido evento anual - ya instalado en la agenda cultural de la ciudad- presentará lo mejor de la producción cinematográfica alemana reciente.
En esta edición se exhibirán un total de 13 largometrajes de la más reciente cinematografía germana. Entre los cuales hay una producción documental, This Ain’t California, que ofrece una penetrante mirada, a través de la subcultura skate de los años 80 de la República Democrática Alemana (RDA).
En la función de apertura se exhibirá Felicidad (Glück), la última película de Doris Dörrie, con la presencia de su protagonista, el actor Vinzenz Kiefer.
Como evento especial, se realizará la función pre estreno mundial de la coproducción entre Argentina y Alemania El amigo alemán (Der deusche Freund), que contará con la presencia de su directora, Jeanine Meerapfel y elenco.
Como todos los años, el público podrá elegir su película favorita que será anunciada al concluir el Festival.
Se sortearán diversos premios entre los participantes.
Para el cierre del festival se realizará, al igual que en las últimas ediciones la presentación de la película muda Los Tejedores (Die Weber) de Friedrich Zelnik musicalizada en vivo por Marcelo Katz y los Locos por el Celuloide.
Este evento cuenta con la colaboración del Goethe Institut.
En breve, se podrá consultar toda la programación en http://www.cinealeman.com.ar
Catálogo
Felicidad (Glück), de Doris Dörrie
Felicidad cuenta la historia de una relación fuera de lo común entre dos jóvenes con problemas que viven en Berlín. Irina es una refugiada de guerra que se dedica a la prostitución, mientras que Kalle es un punk sin hogar. Cuando se conocen, se enamoran rápidamente a pesar de su timidez y de la sospecha mutua que forma parte de la vida en la calle. A pesar de todo, logran encontrar una cierta estabilidad y construyen una vida juntos, conviviendo en un pequeño departamento que Irina usa como oficina. Un día, uno de los clientes de Irina muere en su casa y ella huye a causa del pánico. Cuando Kalle vuelve a casa y encuentra el cuerpo, decide que hará todo lo necesario para defender la felicidad que ha encontrado junto a la persona que ama…
Felicidad está basada en un relato del bestseller de Ferdinand von Schirach Crime, vendido en más de 30 países.
La guerrera (Kriegerin), de David Wnendt
A sus 20 años, Marisa está harta de todo y, con un nihilismo impropio de su edad, espera ya muy poco de la vida. Forma parte de una familia desestructurada y trabaja como cajera en un supermercado. En su opinión, todos sus problemas son culpa de los extranjeros, los judíos, los policías y los izquierdistas. Con semejantes ideas, no es extraño que pertenezca a un violento grupo neonazi que se ha convertido en su nueva familia y junto al que disfruta dando palizas a inmigrantes, drogándose, siendo protagonista activa de salvajes fiestas casi orgiásticas y tatuándose el cuerpo con esvásticas y, próximamente, hasta un retrato de su idolatrado Hitler.
Cuando Svenja se incorpora al grupo, una adolescente que acaba de escaparse de casa, Marisa es la encargada de adoctrinarla y “educarla”. Pero, al mismo tiempo, conoce a un refugiado afgano y de repente se da cuenta de que no todo es ni tan blanco ni tan negro como ella pensaba. Ahora bien, una vez que uno se ha metido en una secta, no resulta tan fácil salir de ella.
La invisible (Die Unsichtbare), de Christian Schwochow
Josephine, conocida como Phine, estudia Arte Dramático. Todo indica que la interpretación no es lo suyo pues, a causa de su timidez, pasa inadvertida para casi todo el mundo, lo peor que le puede suceder a una actriz, a excepción de su madre y su hermana minusválida, con quienes convive. Pero su vida da un giro inesperado cuando un famoso director de teatro, Kaspar Friedmann, la elige, ante el estupor general, para ser la protagonista de su nuevo, arriesgado y ambicioso montaje, “Camille”, en el que sólo participarán estudiantes.
La suma de todas mis partes (Die Summe meiner einzelnen Teile), de Hans Weingartner
Es más que complicado resumir el argumento del cuarto largometraje de Hans Weingartner sin desvelar los múltiples e insospechados giros que contiene el guión y que convierten la película en un desbocado torbellino de emociones. Basta decir que cuenta la historia de un joven que sale de un psiquiátrico y, perdido en la gran ciudad y sin saber qué hacer, encuentra en un niño de la calle una razón para seguir adelante. Juntos deciden retirarse del ruido mundano y, para ello, se van a vivir a un bosque, donde construyen una choza. Cuando parece que han descubierto su personal Shangri La…
Los cinco (Fünf Freunde), de Mike Marzuk
Julian, George, Dick, Anne y Timmy son cinco personajes que acompañaron la infancia de los niños nacidos en los años 50, 60 y la primera mitad de los 70. Fruto de la imaginación de la escritora británica Enid Blyton, ellos eran Los cinco. La película de Mike Marzuk es una adaptación de la primera novela de la serie, en la que se forma la pandilla, y destila el aroma del cine infantil de antaño, cuando los efectos especiales no lo eran todo y valores como la amistad, el compañerismo, la sinceridad y la lealtad eran más importantes que las explosiones, las persecuciones o los amoríos prematuros.
Merced (Gnade), de Matthias Glasner
Glasner presenta a unos personajes al límite, atrapados en un territorio hostil y carcomidos por sus demonios interiores, que son incapaces de exorcizar. Ellos son el matrimonio alemán formado por Maria y Niels que se traslada, junto a su hijo Markus, al inhóspito norte de Noruega, allá donde no se ve el sol durante seis meses al año. Es una familia disfuncional, que parece condenada a desmembrarse. Y, además, cada uno de sus componentes debe convivir con un acendrado complejo de culpabilidad: el padre tiene una amante; la madre ha atropellado accidentalmente a una joven y se ha dado a la fuga y el hijo somete a acoso escolar a uno de sus compañeros. Pero ninguno de ellos será capaz de perdonarse a sí mismo mientras no obtenga el perdón de los demás.
Niños prodigio (Wunderkinder), de Marcus O. Rosenmüller
Gracias al pacto de no agresión entre Hitler y Stalin, en 1941, la localidad ucraniana de Poltava estaba al margen de la locura bélica que devastaba gran parte de Europa. Allí, un niño y una niña judíos, Abrascha y Larissa, y una alemana, Hanna, tienen fascinados a sus paisanos con su innato talento para la música: Abrascha y Hanna tocan el violín, y Larissa, el piano. Los tres fantasean con llegar a actuar algún día en el Carnegie Hall neoyorquino y los dos primeros están incluso convencidos de que acabarán casándose. Hasta que Alemania y Rusia entran en guerra y el mundo de los tres niños, y con él sus sueños, empieza a desmoronarse.
Rubbeldiekatz, de Detlev Buck
Rubbeldiekatz, cuya traducción sería “andarse sin rodeos” o “no perder el tiempo dando vueltas”, o cualquier otro término que uno prefiera para referirse a algo que se revela repentinamente, es otra película candidata del género inmensamente popular del travestismo, que sigue los pasos de películas como Una Eva y dos Adanes y Tootsie. En este caso, Alexander, un actor desempleado que considera que todo trabajo es un trabajo, se transforma en Alexandra, deja atrás a la competencia y consigue un papel femenino en una importante película de Hollywood. Pero, ¿podrá mantener las apariencias vistiendo un sostén con relleno y tacos altos? ¡Mejor de lo que esperaba!
El colega de Alex comienza a padecer del síndrome de la mano extraña, y el director también lo encuentra irresistible. Su ex novia enloquece y sus dos problemáticos hermanos junto con un amigo hacen del set de filmación un lugar aún más peligroso.
Alex simplemente querría acabar con la mentira, pero ya es demasiado tarde porque se ha enamorado de su compañera de actuación, la superestrella Sarah Voss. ¿Tendrá lo necesario para actuar como un verdadero hombre?
This Ain’t California, de Marten Persiel
This Ain’t California ofrece una penetrante mirada sobre la RDA. A través de la subcultura skate de los años 80, se muestra que no todo en la Alemania del Este era gris y «emanaciones del coche Trabant». La película está compuesta por tomas originales, animaciones y reencuentros actuales con los protagonistas. «Patinar como liberación», es una de las frases que podrían resumir perfectamente el espíritu de la película. Patinar «sin el estrés de obtener los mejores resultados, sin tener que ser mejor que nadie», como dice uno de los protagonistas, se convierte en perspectiva en un deporte o, dicho con palabras más grandilocuentes, «un estilo de vida convertido en ansias de libertad». La vida en la RDA como nunca hasta ahora se había visto. Una película que muestra una generación de jóvenes en la Alemania del Este de los años 80, sobre la que no se había rodado todavía ninguna película. Una película libre de tópicos sobre los que el Oeste suele basar su mirada hacia el Este.
Pantalones muy cortos, sexo y música frente a los desfiles oficiales del estado. This Ain´t California fluye con agilidad, con una potente banda sonora que es tan inconmensurable como las ganas de vivir de sus protagonistas.
Tres cuartos de luna (Dreiviertelmond), de Christian Zübert
Desde que el cine se convirtió en cine, las parejas extrañas siempre han funcionado muy bien en pantalla, especialmente en las comedias. Y una extraña, extrañísima pareja es la que protagoniza esta comedia filmada por Christian Zübert: un taxista alemán sesentón, racista y gruñón, y una niña turca de seis años, inocente y soñadora. Como es de rigor en el subgénero de las parejas extrañas, cada uno cambiará la vida del otro para bien. Todo empieza cuando Hartmut, el taxista, se entera de que su mujer va a dejarlo después de 30 años. En plena reorganización de su existencia, lleva en su taxi a una mujer turca recién llegada a Alemania y a su hija. Cuando se quiere dar cuenta, la mujer ha desaparecido. Por un cúmulo de casualidades, tiene que hacerse cargo de la pequeña, que no habla ni una palabra de alemán, y ayudarle a encontrar a su madre, ya que la abuela con la que debía instalarse ha sido ingresada en un hospital. Como les pasaba a Heidi y su abuelo, tras los choques iniciales, ambos aprenderán a quererse, a respetarse y a ayudarse. Porque, al fin y al cabo, en sus soledades se necesitan mutuamente.
Viento del oeste (Westwind), de Robert Thalheim
Hungría, verano de 1988. Isabel y Doreen, mellizas y naturales de Alemania Democrática, participan en un campamento de verano. Practican remo y su objetivo es entrenar duro para destacar internacionalmente. Pero todo se tuerce cuando conocen a unos jóvenes coetáneos procedentes de Hamburgo que les descubren que la vida puede ser muy divertida. Más aún, les descubren el amor. Y entonces cada una de las hermanas, inseparables hasta ese momento, tendrá que definir sus propias prioridades.
El amigo alemán (Der deutsche Freund), de Jeanine Meerapfel
Sulamit es hija de inmigrantes judío-alemanes; Friedrich, su vecino e íntimo amigo, es hijo de un ex teniente coronel de la SS. Ambos crecen en la Buenos Aires de los años 50, hasta que Friedrich, habiendo descubierto el pasado de su padre, decide radicarse en Alemania. Sulamit lo sigue al poco tiempo. A lo largo de 4 décadas, los dos atravesarán diversas coyunturas históricas entre Europa y la Argentina. Friedrich pasará por las protestas de mayo del 68 y las guerrillas de los setentas en Argentina, y recalará en una cárcel Patagónica durante la dictadura. Sulamit conocerá a Michael, que la ama y la protege, a pesar de comprender que ella está enamorada de otro hombre. Finalmente ambos volverán a encontrarse en la Patagonia, pero esta vez con un giro distinto…
Los Tejedores, de Friedrich Zelnik
Corre el año 1840. Los trabajadores trabajan en sus casas por jornales miserables. Cuando el fabricante Dreißiger amenaza con reducirlos aún más aduciendo la competencia de los telares mecánicos, Moritz Jäger llama a resistir. Cuando amenazan con arrestar a Jäger, los tejedores toman la residencia del fabricante. Rápidamente el movimiento se propaga, los tejedores de los pueblos vecinos se solidarizan y se oponen a los militares que avanzan contra la rebelión.
La película de Zelnik se presenta en un momento de mucha tensión social en la República de Weimar. Zelnik, conocido por sus películas comerciales y de entretenimiento, sorprende con la lograda adaptación del drama social de Gerhart Hauptmann. La puesta en escena logra imágenes muy expresivas e impresiona por “la conjunción de un ímpetu de agitación y un diseño visual perfecto, convincente” (Sigfrid Hoefert, 1927) El tema histórico se debe leer como una interpretación de la inestabilidad económica y social de la segunda mitad de los años 20, que luego será aprovechada por el nacionalsocialismo. Constituye una de las películas más importantes producidas durante la República de Weimar.
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