lunes, 26 de octubre de 2015

Cavalo Dinheiro, de Pedro Costa


Estreno exclusivo en la Sala Leopoldo Lugones


            A partir del jueves 29 de octubre y hasta el martes 10 de noviembre, el Complejo Teatral de Buenos Aires y la Fundación Cinemateca Argentina, con la colaboración de la distribuidora Vaivem, el Instituto Camões, la Embajada de Portugal y la Cinemateca Portuguesa, presentan en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Avda. Corrientes 1530) el estreno de Cavalo Dinheiro, del gran realizador portugués Pedro Costa, en 19 únicas funciones. El film tuvo su premier mundial en el Festival de Locarno, donde obtuvo el premio a Mejor Director en la Competencia Oficial.

“En Cavalo Dinheiro reaparece Ventura, protagonista de Juventude Em Marcha y uno de los carentes migrantes de Cabo Verde sobre los que Costa viene haciendo foco desde Ossos (1997). Desde ese film en más, Costa fue virando suave pero resueltamente, de cierto realismo sucio a un despojamiento escenográfico y dramático y una abstracción, que alcanzan su consumación en Cavalo Dinheiro. El opus cinco en el largometraje del realizador lisboeta ya no transcurre en Fontainhas, paupérrimo barrio de inmigrantes en donde sucedían sus tres films previos, sino en... la mente, el espíritu y sobre todo la memoria del viejo Ventura. (…) Ventura perdió todo: su empleo en la construcción, casa, salud, esposa, familia y amigos. Algunos de éstos se presentan de modo fantasmal (pero de cuerpo presente, claro) y el hombre dialoga con ellos como quien se interna en el laberinto esquivo de la memoria, donde es posible creer que uno tiene 19 años, se habla a través de teléfonos rotos desde hace tiempo o se participa de aquella Revolución de los Claveles que en los años ’70 hizo soñar a todo un pueblo con que la utopía estaba cerca. Está claro que lo otro que perdió Ventura –cuyo apellido rima con locura– es la salud mental, mientras sus manos tiemblan sin parar. En manos de otro director, Cavalo Dinheiro pudo ser un show de miserabilismo, ruina, decadencia y morbidez. En las de Costa y gracias a esa fotografía como de ensueño, a los planos largos y meditabundos, a la empatía con una caída que tal vez sea la de un sueño de dimensiones nacionales, es un largo poema romántico, oscuro y doliente”. (Horacio Bernades en Página/12)

“La película de Costa es solemne y monumental. Tal vez sea la culminación de su ciclo sobre los habitantes de Fontainhas, el barrio marginal de Lisboa (hoy demolido) en el que vivían los inmigrantes de Cabo Verde. En un lenguaje que disuelve la narración convencional y está en la frontera del cine: las películas de Costa se parecen cada vez más a una instalación, Costa descompone el pasado en escenas que tienen como héroe a Ventura, en cuyo cuerpo encarna la tragedia de los caboverdenses convertidos en zombies por la colonización portuguesa, aferrados a un pasado y a una cultura que se va perdiendo entre sombras, recuerdos y enfermedades. La empresa de Costa es altísima: mostrar la dignidad de quien ha sido maltratado pero no cooptado y que, lejos de la demagogia de la rebeldía preestablecida, se empeña en que su voz susurre o cante. Las escenas de Ventura con la estatua viviente de un soldado dentro de un ascensor son las más brillantes del festival. Cavalo Dinheiro requiere de una concentración máxima, de un espectador dispuesto a acompañarla”. (Quintín en La lectora provisoria).





Cavalo Dinheiro
19 únicas funciones

Del jueves 29 de octubre al miércoles 4 de noviembre
a las 19.30 y 22 horas
Del jueves 5 al martes 10 de noviembre
a las 22 horas



SINOPSIS

Mientras los jóvenes capitanes marchan sobre Lisboa, la gente de Fontainhas sigue buscando a Ventura, quien se perdió́ en el bosque.

FICHA TÉCNICA Y ARTÍSTICA

Dirección y guión: Pedro Costa
Dirección de fotografía: Leonardo Simões y Pedro Costa.
Montaje: João Dias.
Sonido: Olivier Blanc, Vasco Pedroso.
Música: Os Tubarões.
Producción: Abel Ribeiro Chaves.


Intérpretes:
Ventura
Vitalina Varela
Tito Furtado
Antonio Santos

Origen: Portugal
Duración: 103 minutos.


COMENTARIOS DEL DIRECTOR

Tengo casi la misma edad que Ventura. Soy un poco más joven y estuvimos casi en el mismo lugar cuando la revolución tuvo lugar en mi país. Fui muy afortunado de ser un hombre joven durante una revolución, realmente afortunado. Descubrí entonces muchísimas cosas: música y política y cine y chicas, todo en la misma época. Y era feliz y anarquista y gritaba en las calles y ocupaba fábricas y cosas como esas. Tenía trece años y, por lo tanto, era un poco ciego. Me llevó 30 años descubrir que Ventura había estado en el mismo lugar, llorando, muy asustado, por lo que yo estaba haciendo y lo que los soldados estaban intentando hacer. Por lo tanto esto es algo muy interesante. Yo gritaba los eslóganes, las palabras revolucionarias comunes con las pancartas y todo eso, y él estaba escondido en los arbustos con sus camaradas, los inmigrantes negros, que habían comenzado a llegar en 1968 desde todas las ex colonias portuguesas. Luego, a partir de nuestra amistad, que ya lleva unos 20 años, comenzó a contarme historias sobre esta prisión. Él la llama una prisión. Cayó en un sueño muy profundo. Todo lo que puedo decir está en la película. Fue muy difícil de realizar, muy devastadora. Temblamos mucho. El realmente está enfermo y trata de recordar. Y tratar de recordar no es lo mejor. Así que creo que hicimos esta película para olvidar, en realidad. Alguna gente hace films para recordar, creo que nosotros las hacemos para olvidar.
(Pedro Costa en entrevista con Mark Peranson para la revista Cinema Scope).


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