CON NAHUEL VIALE – NAHUEL PÉREZ BISCAYART – CARLOS
PORTALUPPI – GUADALUPE DOCAMPO – ROMINA RICHI –
ALEJANDRA FLECHNER – VERÓNICA LLINÁS – MARTÍN PIROYANSKY
ANTES UNA PELÍCULA DE DANIEL GIMELBERG
“Tengo tiempo para
saber si lo que sueño concluye en algo”
REBOLUCION PRESENTA
Este marzo se estrena la ópera prima como director en solo
de Daniel Gimelberg, quien
codirigió junto a Cesc Gay, Hotel Room y fue reconocido en
numerosas oportunidades por su trabajo como Director de Arte (El Último Elvis y
La Antena, entre otras).
Un film que en dos temporalidades narra una historia de
amor, amistad y desamparo.
ANTES cuenta con dos temas del memorable disco Artaud, que
Luis Alberto Spinetta grabó en vida especialmente para la película, además de
la música de la banda Él Mató a un Policía Motorizado. La realización de la
música incidental está a cargo de Fito Páez.
CATÁLOGO DEL FESTIVAL DE CINE DE ESTOCOLMO:
“La trama, así como los logros en las actuaciones, son
pruebas de que es posible contar una historia cinematográfica, y contarla bien,
sin un gran presupuesto. Los cortes y saltos temporales repentinos en el
relato, se hallan bellamente suavizados por una larga escena de corrida que
remite a ʻLos 400 Golpesʼ de François Truffaut.”
CATÁLOGO DEL BAFICI:
“Dos estaciones –el invierno y el verano– marcan pasado y
presente en un juego de contrastes que desemboca en vaivenes temporales, donde
la felicidad y el desamparo diagraman un pequeño laberinto, y donde las
situaciones van escalando, constantemente, hacia la violencia y la
desesperación.
Esta ópera prima de Daniel Gimelberg apuesta a perfilar un
retrato generacional de la juventud de esta época, en la que cierta desorientación
marca el pulso de la escena”
SINÓPSIS:
Una serie de hechos ponen a Nacho muy cerca de cometer un
grave error que lo llevará a terminar con todo. Sólo su amor por Ana le podrá
servir como salida. A partir de ahí,
puede empezar a reconstruir una vida que está a punto de perder.
VERANO: Nacho es un joven de 21 años que estudia Arquitectura,
vive con sus padres y pasa el tiempo con sus amigos y su novia. Nada parece
preocuparle demasiado.
INVIERNO: Nacho tiene 23 y ya no estudia. Vive solo, apenas
trabaja y no ve a su novia ni a sus amigos. Conoce a otra chica, pero la
relación no avanza. Su vida, tampoco.
Entre esos dos momentos, el silencio, el vacío, un evento que
desconocemos pero que ha cambiado su vida para siempre.
“No te apures ya más loco porque es entonces cuando las
horas bajan y el día es vidrio sin sol”
FICHA ARTÍSTICA:
NAHUEL VIALE………………………………...….…..Nacho
NAHUEL PÉREZ BISCAYART ……………….……..Tomás
CARLOS PORTALUPPI…………………….…..…….Carlos
GUADALUPE DOCAMPO……..…..……………………Ana
ROMINA RICHI……………………………….…..…..Lorena
ALEJANDRA FLECHNER……………………...……Valeria
VERÓNICA LLINÁS……………………..……......……Silvia
MARTÍN PIROYANSKY………………………...……Matías
HORACIO ACOSTA…………………………......…Federico
GERMÁN DE
SILVA…………………...…….……..…Arturo
GABINO
ACOSTA….…………………..….……...…Gabino
FICHA TÉCNICA:
DURACIÓN: 94 minutos.
FORMATO : 35mm Color.
GUIÓN Y DIRECCIÓN: Daniel Gimelberg.
PRODUCTORES: Patricio Alvarez Casado - Daniel Gimelberg -
Ezequiel Olemberg.
PRODUCCIÓN EJECUTIVA: Micaela Buyé - Chino Fernández.
PRODUCTOR MUSICAL: Fito Páez.
CANCIONES DE: Él Mató a Un Policía Motorizado, Fito Páez y
Luis Alberto Spinetta.
DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA Y CÁMARA: Diego Poleri.
DIRECTORES DE ARTE: Mauro Do Porto - Aurea Tolo.
EDICIÓN: Federico Rotstein.
DIRECCIÓN DE SONIDO: Sebastian Lipszyc.
MEZCLAS: Guido Berenblum.
ASISTENCIA DE DIRECCIÓN: Victoria Comune - Federico
Rotstein.
CASTING: Javier Braier.
JEFES DE PRODUCCIÓN: Germán Garrido - Emiliano Bondá -
Manuela
Willimburgh
VESTUARIO:
Betina Andreose.
MAQUILLAJE: Roxana Berezowski.
“Bajan la noche te oculta la voz y además vos querés sol despacio
también
podés hallar la luna”
“Nena, nena qué bien te ves cuando en tus ojos no importa si
las horas bajan
y el día se sienta a morir”
SOBRE LAS VERSIONES DE LUIS ALBERTO SPINETTA PARA LA
PELÍCULA:
(El siguiente es un extracto de la carta enviada por el
director a la familia Spinetta contando la historia de la película y cómo se
involucró Luis
Alberto en la banda de sonido).
ANTES
es una película que
empecé a filmar hace ya unos años, y para la que Luis Alberto grabó dos temas
en versiones nuevas en octubre de 2010, en una sesión memorable en la casa de
Fito Páez, quien además compuso la banda incidental de la película. Conocí a
Luis esa noche. Él no había visto la película y yo le dije que me gustaría
mostrársela una vez que estuviera terminada, y habiendo incluído las canciones
que él y Fito habían grabado.
Terminamos de filmar “el invierno” y empecé a editar lo que
ya teníamos. Desde el guión, la película incluía una serie de canciones
grabadas en un casete. Ese elemento era una parte muy importante en la
estructura de la trama.
Por el momento me iba arreglando con temas provisorios
mientras pensaba qué hacer. Pude juntar financiación para terminar el rodaje y
el grupo se volvió a reunir para filmar “el verano”. Terminamos, festejamos y
seguí editando.
Hacia fines del 2009 ya tenía una copia para ver. La música
incidental y las canciones “del casete” seguían siendo provisorias. De la
música que quedó, sólo estaban en esa versión los temas de Él Mató a un Policía
Motorizado. Con esa estructura hicimos un pre - estreno en abril del 2010 en
una sección no competitiva en el BAFICI de ese año.
Fito vió esa copia, me trasmitió lo mucho que le había
gustado la película y me hizo saber que podía contar con él para lo que hiciera
falta.
Así que no pasó mucho tiempo para que yo, a esa altura
experto en incluir amigos con ganas al proyecto, le hiciera el llamado.
Trabajamos en varias reuniones en su casa. Íbamos avanzando en todo, cerrando
toda la música incidental alrededor del único elemento vacío que seguíamos sin
tener, lo más difícil, ese casete del padre del protagonista. Un casete que el
hijo se queda y que va escuchando de a partes durante toda la trama. Hacia el
final, dos temas se hacen más presentes en dos momentos muy importantes de la
historia. Uno de ellos, es el final mismo de la película.
Con Fito entendimos que ese final era la clave. Empezamos a
hacer una lista de temas, y de intérpretes. Tenía que ser una música importante
en la vida del padre, y un tema del que pudiera prenderse también el hijo, un
pibe de unos 23 años.
Dimos unas vueltas pero no tardamos en llegar a Spinetta.
Nos miramos con Fito, y él me dijo que podíamos pensar en
que eso “era posible”. Subiendo la apuesta, concluímos en que el casete tenía
que ser Artaud... y que el tema final tenía que ser Bajan. Grabaríamos
versiones nuevas de ese tema y de Todas las hojas son de viento. Y para otros
momentos de la película, intentaríamos usar un tema más, el fonograma de
Cementerio Club. Hubo un largo silencio y terminamos esa reunión. Era obvio que
habíamos encontrando lo que tanto estábamos buscando.
Justo al día siguiente, Fito se encontraba con Luis para
unas fotos de un reportaje. Y ya había quedado en transmitirle la idea. Al día
siguiente me llamó con la noticia de que Luis grabaría las dos versiones nuevas
de las dos canciones.
Una vez que tuve las grabaciones de aquella sesión, las puse
en la copia y reedité el final con Bajan. Tal vez en ese momento, a mediados
del año siguiente, debería haber intentado reunirme con Luis. Sin embargo, mi
sueño era poder cerrar el círculo mostrándole la copia en 35mm, como le había
prometido la noche de la grabación. En el medio, esperando, edité un trailer y
hasta hice un poster. Con la película así, ya con su flamante nueva banda de
música, pude hacer otro pre-estreno en el Festival de Estocolmo en noviembre
del 2011. La película y su música tuvieron una muy
buena recepción.
Lo que pasó en Febrero del año pasado, la repentina
desaparición de Luis, nos tomó a todos por sorpresa y nos llenó de tristeza. Es
muy extraño, también me pasa con los actores: mi encuentro con Luis duró poco,
así como la filmación de la película tampoco duró mucho. Pero me paso los meses
viendo y escuchando el material. Entre la edición, la mezcla de audio y todos
los procesos intermedios, tanto a los actores como a los autores de la música
los sigo viendo y escuchando más que a nadie durante todo este tiempo. Se
vuelven todos muy cercanos, aún a través de las pantallas y los auriculares.
Durante meses, son las caras que más veo, las canciones que
más canto y las voces que más escucho.
Ahora, unos meses más tarde surge la posibilidad cierta de
estrenar y esa es la razón por la que les escribo esta historia.
Daniel Gimelberg
“Bajan la noche se nubla sin fin y además vos sos el sol despacio
también
podés ser la luna” “Justo que pensaba en vos nena, caí
muerto. ¿Quién le dio al pequeño Dios el cetro gris del abismo?”
ENTREVISTA A DANIEL GIMELBERG:
-¿Cuál fue el origen de la película?
-Primero fue el deseo de dirigir, pero habría que sumar un
montón de factores. Tal vez por haber estudiado Arquitectura primero y después
cine, me fui orientando hacia la
Dirección de Arte. Empecé trabajado con (Eduardo) Milewicz
en la producción de Desde Adentro. Poco después me fui a Nueva York a trabajar
de carpintero en un edificio
en construcción. Ahí fue que conocí a Cesc Gay, con el que
hablábamos de cine todo el tiempo. Gracias a una indemnización que me pagaron
por un accidente de auto de
mi viejo pasé a tener dólares en una cuenta y así fue que
filmamos Hotel Room en 1995. Se estrenó en San Sebastián en 1998 y acá llegó en
el 2000.
Cuando volví a Buenos Aires empecé a trabajar directamente
de Director de Arte en películas como La vida según Muriel y de a poco me fue
llegando trabajo y me dediqué
a eso. Mientras, seguía escribiendo guiones por mi cuenta.
Quería volver a dirigir. Escribí varios a lo largo de los años, pero nunca
podía concretarlos. Y de esa frustración
nació esta película.
-¿Cómo fue eso?
Era la primera vez en diez años que sentía que algo ya
venía. Y un día me senté a dos cuadras del Abasto en una época gris y oscura, y
se me ocurrió un personaje que
estuviera en un período mucho peor que yo, pasando por un
momento terrible. Pensé en la diferencia con algún momento previo en el que ese
personaje estuviera bien, y
en lo doloroso que puede ser para alguien que está mal verse
reflejado en eso. Así que decidí contar esas dos etapas, divididas por algo
fuerte en el medio que no iba a
contar.
-¿Sentís que tiene algo autobiográfico la historia?
-Un poco sí. Yo también pasé por un momento bastante
traumático en mi vida que definió un montón de cosas y que me llevó muchas
veces a pensar en un antes y un
después. No me gustan mucho las películas en las que el
director le cuenta a los espectadores su vida, y sabía que si seguía por ese
camino iba a tratar de ser fiel y eso no
me parecía interesante. Es la película la que tiene que ser
interesante, no lo que te pasó a vos. Igualmente, no es mi caso el que cuenta
la película, porque si bien acá hay
muchos sentimientos y sensaciones mías, no es mi historia.
Si me acercaba demasiado a ella, me iba a quemar.
-De esta manera, la película termina generando una sensación
de trama de suspenso…
-Ese era el esqueleto que quería mantener y por lo cual no
me interesaba la cuestión autobiográfica. Además de la historia en dos tiempos
quería algo más y ahí apareció la
idea de una especie de venganza del personaje a partir de
una traición que él se arma en su cabeza.
-¿Cómo trabajaste el guión?
-Empecé con una sinopsis de una página y con eso se sumó
Patricio Alvarez Casado como productor. Eso inició la cadena que permitió hacer
la película. Ahí entraron tanto
Nahuel Viale como Micky Buyé en la producción. Empecé a
escribir un guión más largo con la descripción de todas las escenas, pero sin
diálogos. Con esas páginas los
incorporé a todos y algunos diálogos los escribí antes del
rodaje. También dependía de los actores y sus estilos. Portaluppi por ejemplo
utilizó casi el 100% de los diálogos
escritos y “los Nahueles” preferían tener más libertad para
trabajarlos, porque vienen de otra escuela distinta.
-Para ser una película hecha rápidamente y con poco dinero,
el elenco es impresionante. ¿Cómo los reuniste?
-Gracias a una enorme buena onda. Al equipo lo conocía por
mi laburo de Director de Arte.
Y el elenco fue una cadena que se fue construyendo de a un
eslabón por vez. Vía Nahuel Viale llegué a Nahuel Pérez Biscayart, que lo leyó
y me dijo “estoy adentro”.
Conocía a Alejandra Flechner, que vino con toda su familia
(su marido Horacio Acosta y el hijo de ambos, Gabino, interpretan a su marido y
su hijo en la película). A Vero
Llinás y a Guadalupe Docampo las conocían “los Nahueles”,
Romina Richi fue parte del elenco que me presentó Javier Braier, y así... Yo
planeé tener al personaje central
todo el tiempo y que lo fuera rodeando gente que esté sólo
uno o dos días.
¿Se filmó muy rápido, no?
-Sí, fueron dos semanas en invierno, en el 2008. Y otros
ocho días en enero, de 2009. Y no eran jornadas muy largas porque había mucha
gente laburando de onda y
sabía que no podía excederme ni ser un director loquito que
exigiera demasiado, porque si se acababa la onda nadie venía más. Las jornadas
eran medidas, el equipo
era muy chico y el gran secreto era el catering, que era
buenísimo. Teníamos un cocinero en la casa y armábamos el plan de rodaje en
función de las comidas.
Cuando hicimos el asado era real, era para comerlo. Era un
buen plan: vengan a comer y filmamos…
-La casa en la que transcurre buena parte de la película,
¿cómo apareció?
-Es una casa en Núñez, es la primera que vi. Necesitábamos
una casa con pileta y la madre de una amiga a la que le gustaba el cine nos la
alquiló por poca plata.
Con el compromiso de volver en el verano, pero siempre había
un riesgo y eso nos daba miedo.
-¿Nunca se te ocurrió filmar lo que pasa en el medio entre
ese verano y ese invierno?
-Tuve la tentación, pero una de las cosas que más me gustaba
de la historia era no contarlo. Y me jugué…
-¿Cómo fue el trabajo con la fotografía?
-Estaba pensada así desde que me senté a escribirla. Pensé
que lo actual era el invierno y que era noche, frío, un plateado medio jodido.
Y que el pasado era el
verano: calor, día, Technicolor. La copia en cine potencia
esas dos cosas, parece casi Súper 8, da algo idealizado, como dorado. Diego
(Poleri, el director de fotografía)
usó filtros en filmación y se jugó. Todos decían de hacer
eso en post producción, pero él quiso usarlos y yo lo apoyé.
Teníamos una cámara Panasonic. En ese momento recién salía
la cámara RED, pero había muy pocas disponibles.
-Más allá de lo específico de la trama, ¿cuál es el
conflicto que te interesa contar en la película?
-Me interesaba contar cómo podía el personaje salir y
superar esa crisis. Pensé que era alguien salvado por amor. No quería una
historia de muerte, tenía que ser algo
esperanzador. Había una frase que al principio usaba para
describir la película que tenía que ver con el corto camino que hay entre la
soledad y la violencia. Pero
después, reviendo todo, intenté darle una vuelta y trabajar
más sobre la idea de que cuando todo está mal hay siempre una luz de esperanza.
Quiero que la película
deje esa sensación, que lleve a los espectadores para ese
lado.
-Estuviste en muchos sets con muchos directores distintos
haciendo el Arte. ¿Qué cosas aprendiste que te sirvieron a la hora de dirigir
vos?
-En realidad lo que más me inspiraba eran cosas que veía o
leía de directores de afuera, muchos del cine independiente americano. Del set
te diría que aprendí
mucho estando con los actores, saber lo que les gusta, lo
que les fastidia. De mi experiencia con Cesc me gustaba la idea de trabajar de
forma tranquila, casi como
esa cosa de grupo de teatro que va todo junto y no de ir
tanto por el lado de la autoridad. Eso nos funcionó entonces y tanto a él como
a mí nos sigue funcionando.
-Hablaste de películas y directores de afuera, ¿cuáles
sentís que te influenciaron más?
-Me gusta mucho el cine americano de los ʼ70: Taxi Driver,
Scorsese en general, Calles salvajes. Hace poco veía con Poleri Todos los
hombres del presidente y él
me decía: “Esto querías, ¿no? Qué lástima que no la vimos
antes”. Pero es como si la hubiésemos visto, esa forma de encuadrar un poco más
desprolija, como
casual. Correcta, pero sin exagerar, un poco sucia también.
No sé, Tarde de perros, algo de Woody Allen, por supuesto. Y Truffaut estaba,
Los 400 golpes,
especialmente por la actuación.
-La música es el otro gran protagonista de la película.
¿Cuál fue tu idea con ese tema?
Yo siempre fui de la idea de que la película tenía que tener
mucha música y fue una de las cosas que más tuve que discutir por una cuestión
de presupuesto. Para
mí las películas tienen esa cantidad de música y en ese
sentido me inspiraba en películas como Calles salvajes o Buenos muchachos, que
tienen muchas
canciones. No sentía que podía contar la historia bien sin
música. Yo escucho música todo el día y noto cuando no hay. Y también está el
ruido de la gente, que es
otra música. No sé, yo recuerdo los momentos así, con música
alrededor, y me parecía natural. Estaba también la música del bar, de las
fiestas.
-Hay un uso de la música más realista, de cosas que se
escuchan en la ficción…
-Sí, y además estaba el casete del padre, que era todo otro
tema. Eso estuvo siempre.
El padre, en la parte del verano, está volviendo de una
separación y está conectando con su hijo, que siempre se rebeló contra él. Y
Nacho comienza a escuchar
la música del padre, que es lo que está en el casete, que le
empieza a gustar.
-La banda sonora fue bastante complicada de armar. ¿Cómo
empezó todo?
-La película tenía música por todos lados y yo tenía que
decidir qué canciones iba a usar. Cuando empecé a editar puse canciones que me
gustaban sin importrme
su origen. Me había recontrapasado de listo. Se escuchaban
temas de Charlie Haden, tangos, Supertramp, Bread, The Cure, Snoop Dogg. No
sabía bien qué iba
a pasar con la película y pensaba, inocentemente, que
podíamos pedir esas canciones, mandar alguna carta y nos iban a decir que sí.
Una escena clave estaba
musicalizada desde la música del casete por “The Boxer”, de
Simon & Garfunkel, y obvio que nos contestaron que no. ¿Qué les iba a
decir? “Ojo, que tengo mil
dólares”. Una locura.
Mucho después, cuando llegué al BAFICI, me hicieron dar
cuenta que era imposible y que iba a tener que usar músicos de acá. Lo único
que quedó de esa
versión es El Mató a un Policía Motorizado, que llegó vía
Nahuel, que me los hizo escuchar por teléfono. La verdad es que yo no conocía
mucho de rock nacional,
desde Spinetta hasta acá no había escuchado muchas cosas. No
escuchaba mucha música nacional, una postura indefendible, lo sé, pero era una
materia que
me faltaba. Y ahí apareció Fito Páez.
-¿Cómo lo contactaste a Páez?
-Lo conocía a través de Cecilia (Roth), con la que trabajé
en Desde adentro. En una época nos veíamos muy seguido. Cuando estábamos filmando,
Romina
(Richi) me manda saludos suyos y me comenta: “Fito dice que
lo llames para lo que necesites”. Yo para ese entonces seguía pensando en Simon
& Garfunkel
como la música para el casete. Al final, en un momento lo
llamé.
-También tenés una canción de Fito en una escena con Richi…
-Sí, yo le dije que quería “Creo” para esa escena y a él le
pareció bien y aceptó regrabarla. Salvo los temas de El mató…, todo lo demás lo
produjo Fito. Se ganó el
crédito de Productor Musical y me encanta que lo tenga, hizo
mucho por la película. Yo no quería resignarme a que lo que hiciéramos con la
música sea un parche
y, la verdad, ahora me gusta mucho más este soundtrack que
el anterior. Y en el medio aprendí algo de música nacional…
-La película la pensaste en abril de 2008, se filmó entre
fines de ese año y principios de 2009, se dio en BAFICI 2010 ¿El corte es el
mismo de entonces?
-Además de los cambios de la música hubo algunos cambios en
una escena del final para editarla en función de la canción de Spinetta, pero
eso fue lo único en lo
que respecta al corte. Siempre fue un 60% invierno y un 40%
verano. Ahora está ampliada a 35mm, eso sí. Es otra cosa…
“Creo que aún tal vez piensas en mí
Creo poder captarlo
Creo que al fin nada tiene fin
Creo desesperado”
CV DEL DIRECTOR:
Daniel Gimelberg nació en Buenos Aires en 1964. Estudió Arquitectura en la Universidad
de Buenos Aires y realizó diversos cursos de dirección y guión cinematográfico.
Trabaja como Director de Arte, cumpliendo ese rol en diversos largometrajes,
entre los que se destaca El Último Elvis de Armando Bo, La Antena, de Esteban
Sapir y La vida según Muriel, de Eduardo Milewicz. Realizó diversos
cortometrajes y es co-director junto a Cesc Gay de Hotel Room, su primer largometraje,
estrenado en el primer Bafici en 1999.
ANTES es su segundo largometraje, y su Ópera Prima como
guionista y director en sólo. “Qué solo y triste voy a estar en este
cementerio, qué calor hará sin vos
en verano”
CV DE LOS ACTORES:
Nahuel Viale
Se formó en teatro con Norma Moseinco, en pintura con
Alejandra López Castán y en danza con Viviana Iasparra. En cine trabajó en las
películas Ocio de Alejandro Lingenti y Juan Villegas, La sangre brota de Pablo Fendrik,
Como estar muerto de Manuel Ferrari y Glue de Alexis Dos Santos, entre otras.
En televisión participó de Mujeres Asesinas, 9mm y El Elegido; entre otras.
Nahuel Pérez Biscayart
Nació en Buenos Aires en 1986. Revelación de una generación
de actores, sin proponérselo conquistó el cine y la tv. En TV trabajó en el
exitoso unitario El Puntero, Mujeres Asesinas, Epitafios 2, Disputas, Sol
Negro, Sangre Fría y Botines. En cine participó de las películas La Hermana
mayor de Roberto Scheuer (en postproducción), Cerro Bayo de Victoria Galardi, Tatuado
de Eduardo Raspo, Glue de Alexis Dos Santos, La sangre brota de Pablo Fendrik,
Familia Lugones de Paula Hernández y El Aura de Fabián Bielinsky.
Carlos Portaluppi
Un actor formado en el teatro y con numerosas obras en su
haber que saltó a la fama por su recordado Dominicci, el farmaceutico de Leonor
Manso en Vulnerables. En teatro trabajó en La Felicidad de Javier Daulte, y El desarrollo
de la civilización venidera de Daniel Veronese, entre otras. En televisión en
La Dueña, la novela en la que Mirtha Legrand volvió a trabajar como actríz, El
hombre de tu vida, Los exitosos Pells, Vidas Robadas – papel por el que recibió
un Martín Fierro como mejor actor de reparto-,
entre otros.
En cine participó de Mis días con Gloria de Juan José Jusid,
Por tu culpa y Encarnación de Anahí Berneri, Entrenamiento elemental para
actores, de Martín Rejtman y Federico León y protagonizó el film de Eduardo Spagnuolo,
Homero Manzi.
Guadalupe Docampo
Es una de las nuevas caras del cine argentino, joven pero
con varios protagónicos en su haber, es una actriz con excelente presente y
mejor futuro. Desde sus comienzos participando en la película El custodio
mostró frescura y su confirmación llegó en La Tigra, Chaco en donde tuvo una actuación
impecable que le permitió obtener el premio a mejor actriz en el Festival de
Cine de Mar del Plata. Protagonizó El agua del fin del mundo, de Paula Siero.
En Tv participó de la miniserie de culto Todos contra Juan,
emitida por TELEFE e Inconciente colectivo por la Televisión
Pública; entre
otras.
Romina Richi
Participó en numerosas series de tv entre las que se
destacan sus trabajos en Naranja y Media, verano del 98, Resistiré, Mujeres
Asesinas y Deseo. En teatro trabajó en Nena no robarás de Dani Umpi, Playroom
de Carola Gliksberg y El Anatomista de Andahjazi ente otras. En cine: De Quién
es el Portaligas de Fito Páez, papel que le valió una nominación al Condor de Plata-,
El Resultado del Amor y Rehén; ambas de Eliseo Subiela, Paco de Diego Rafecas,
Hoy y Mañana de Alejandro Chomski.
Verónica Llinás
Integrante del mítico grupo teatral Gambas al Aijllo,
trabaja en cine, teatro y televisión hace más de 20 años. Ha obtenido numerosos
premios y nominaciones durante su carrera: al Cóndor de Plata como revelación
por su actuación en 100 veces no debo y por su actuación protagónica en Soy Tu Aventura,
ganó el Martín Fierro como mejor actriz cómica por El Palacio de la Risa, y el
ACE como mejor actriz protagónica de comedia por Trilogía de Verano, entre
otras. En cine participó de Historias Extraordinarias, de Mariano Llinás, Cerro
Bayo de Victoria Galardi y ¿De quién es el portaligas? de Fito Páez; entre otros films; y en TV se la
pudo ver en Gasoleros, Tiempo Final, Los Simuladores, Los exitosos Pells, El
hombre de tu vida, 23 pares y
Gradudados; entre otras.
Martín Piroyansky
Actor y director de cine, de larga trayectoria a pesar de su
corta edad (1986). Algunos de sus trabajos en la pantalle grande fueron: XXY de
Lucía Puenzo, La Ronda de Walter Jacob, Excursiones de Ezequiel Acuña y recientemente
se lo pudo ver protagonizando el film de Gabriel Medina La Araña Vampiro, rol
por el cual fue premiado en la última edición del BAFICI. En tv participó del
legendario Magazine For Fai, No hay 2 sin 3, Socias y Un año para recordar.
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